Los científicos del Centro Oncológico de Yale han construido una poderosa plataforma de investigación genómica para estudiar el cáncer de cuello uterino, una enfermedad que a menudo es intratable si progresa después de una cirugía o un tratamiento primario de quimio radiación. El trabajo se describe en un estudio publicado la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
“Hemos identificado muchas mutaciones genéticas impulsoras en el cáncer de cuello uterino, y hemos comenzado la validación preclínica de los fármacos candidatos que atacan y bloquean las actividades de estas mutaciones”,
dijo el Dr. Alessandro Santin, líder del Equipo de Investigación Alineado con la Enfermedad del Programa de Oncología Ginecológica del YCC y del Hospital de Cáncer Smilow del Hospital de Cáncer de Yale en New Haven y autor principal del estudio a través de un comunicado.
Entre los resultados, los científicos de esta investigación genómica descubrieron una combinación de dos medicamentos, el copanlisib y el neratinib, que probaron ser efectivos en células de cáncer cervical y modelos animales para una vía biológica en la que se observaron mutaciones en más del 70% de las muestras tumorales.
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Detalles del estudio
Santin reunió un equipo con experiencia en cáncer ginecológico, genómica, patología, farmacología y biología computacional de los Estados Unidos e Italia. El equipo comenzó recolectando muestras de tumores recién congelados de 69 pacientes con cáncer de cuello uterino y realizando la secuenciación del exoma completo para identificar las mutaciones genéticas que podrían conducir al cáncer.
La secuenciación del ADN identificó numerosas mutaciones genéticas en varias vías celulares críticas. Más del 70% de los tumores de la muestra incluyeron al menos un gen mutado en una vía de señalización celular conocida como ERBB2/PI3K/AKT/mTOR. Las mutaciones en los componentes de esta vía han sido implicadas en muchos tipos de cáncer y son potencialmente dirigidas por medicamentos aprobados por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos para otros tumores.
La base de datos de secuenciación de ADN también identificó variaciones en el número de copias de genes en las muestras tumorales, en busca de genes que no estén mutados pero que cuando se amplifican en los tumores pueden darles una ventaja de crecimiento sobre los tejidos normales, señalaron los investigadores.
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Mutaciones identificadas dirigidas por medicamentos
A diferencia de anteriores estudios genómicos del cáncer de cuello uterino, los científicos de Yale examinaron si alguna de las mutaciones identificadas en este análisis exhaustivo podría ser dirigida por medicamentos en células cancerosas y modelos animales.
El primer paso del equipo fue establecer 15 líneas celulares primarias a partir de los tumores cervicales recién congelados y realizar la secuenciación del exoma completo de las líneas celulares. Luego, los científicos realizaron la validación preclínica de la conducción de mutaciones genéticas probando terapias candidatas tanto en las líneas celulares cervicales como en modelos de xenoinjertos (en los que las células fueron transplantadas a ratones).
Su estrategia fue probar medicamentos que se dirigen a esas mutaciones genéticas y que están aprobados para otros tipos de cáncer. Los científicos a cargo de esta investigación genómica estaban particularmente interesados en examinar combinaciones de medicamentos, ya que las terapias combinadas a menudo funcionan mucho mejor entre los pacientes de cáncer que los tratamientos con agentes únicos.
La combinación de los fármacos copanlisib y neratinib mostró ser muy prometedora y pronto será tomada en un estudio clínico temprano.
“Este es sólo el primer paso. En nuestro trabajo se identificaron muchas otras mutaciones potencialmente ‘druggables’ y vías trastornadas que ahora pueden pasar por la validación preclínica usando agentes altamente específicos para estos objetivos”,
concluyó Santin.