Por: Daniel Hernández Gutiérrez, MD, FACOG
Especialista en Ginecología y Obstetricia
La menopausia es una etapa normal en la vida de la mujer que marca el final de la edad reproductiva y que se caracteriza por el fin de los periodos menstruales. La edad promedio de la menopausia es 51 años. Puede darse como una etapa normal de la vida en la que los ovarios dejan de producir suficiente estrógeno o puede ocurrir de forma quirúrgica cuando se remueven los ovarios.
Aunque es una etapa normal, la deficiencia de estrógeno causa cambios en el cuerpo de la mujer. El síntoma más común son los llamados sofocones. Estos pueden ocurrir hasta en un 75 por ciento de las mujeres y pueden ser de leves a severos. Los sofocones pueden durar desde varias semanas hasta varios años y ocurrir en cualquier momento del día. Debido a los sofocones, se pueden experimentar cambios en el patrón de sueño llevando a síntomas de cansancio e irritabilidad.
Otro cambio muy común por la falta de estrógeno es la sequedad vaginal que puede traer como consecuencia ardor, picor, dolor durante las relaciones sexuales e infecciones vaginales o de orina frecuentes.
Durante esta etapa, se acelera la perdida en la densidad de los huesos llevando a la osteoporosis. Esta condición aumenta el riesgo de fracturas de vértebras y cadera elevando así el riesgo de morbilidad y mortalidad en la mujer. Durante la menopausia, aumenta también el riesgo de infartos cardíacos y derrames cerebrales por la pérdida de protección que confiere el estrógeno para estas condiciones.
Contrario a lo que se comenta, la menopausia no causa depresión ni disminuye la habilidad de disfrutar de la sexualidad. Pero los cambios hormonales y los altos niveles de estrés en algunas mujeres pueden causar nerviosismo, irritabilidad y cansancio por la pérdida de sueño ocasionando disminución en el apetito sexual y síntomas parecidos a la depresión.
Cerca de una tercera parte de la vida de la mujer va a ser durante la menopausia. Es importante mantenerse saludable para poder disfrutar de una buena calidad de vida. La visita rutinaria al médico al menos una vez al año y hacerse los exámenes de rutina es de suma importancia. Entre estas se encuentran el examen físico completo, laboratorios para la detección temprana de diabetes, colesterol elevado, enfermedades de la tiroides y VIH. Exámenes médicos como la mamografía, prueba del papanicolaou, colonoscopía, inmunizaciones y densitometría ósea se deben realizar según el grupo de edad y a la frecuencia recomendada según las autoridades médicas.
Es importante discutir con su médico las opciones disponibles para el tratamiento de los sofocones si fuera necesario, terapias para la sequedad vaginal y tratamiento o prevención contra la osteoporosis. Es importante mencionar que hoy en día las alternativas terapéuticas incluyen medicamentos hormonales y no hormonales. Entre los hormonales están aquellos que usan estrógenos, progesteronas, moduladores selectivos de estrógeno y combinaciones de todos los anteriores. Todos los tratamientos hormonales deben ser utilizados en las menores dosis y por el menor tiempo posible requerido para aliviar los síntomas de la paciente de acuerdo a las expectativas individuales de cada mujer.
Por último y no menos importante está la nutrición y el ejercicio. Se debe llevar una dieta variada que contenga todos los grupos nutricionales, baja en grasa, colesterol y sodio. Se recomienda suplementar con 1000-1200 mg de calcio al día en dosis divididas y vitamina D3 de 600-800 IU diarias. El ejercitarse de dos a tres veces en semana por periodos de 30 minutos ayuda a disminuir la perdida de densidad ósea y a mantener un buen estado general de salud y bienestar.
En resumen, aunque la menopausia es una etapa natural en la vida de la mujer, no debemos olvidar la importancia de mantener una buena calidad de vida haciendo ejercicios con regularidad, manteniendo una dieta balanceada y visitar a su médico para sus exámenes de rutina.