Por: Ingrid Ramírez Díaz, MD
El virus de papiloma humano (VPH) es muy común, existen más de 100 tipos distintos de VPH. Hoy día el VPH es la infección de transmisión sexual más frecuente; se estima que la mayoría de los hombres y mujeres sexualmente activos estarán expuestos al virus en algún momento de sus vidas, particularmente entre la edad de 15-25 años. Se transmite por contacto sexual directo de piel-a-piel, incluyendo sexo vaginal, oral o anal.
La mayoría de estas infecciones, luego de un promedio de 6-18 meses, se eliminan por si solas por medio de nuestro sistema inmunológico. No obstante, en ocasiones la infección con VPH se convierte persistente y puede producir el desarrollo de ciertos tipos de cáncer tales como: el cáncer de cérvix, cáncer de vulva o vagina, cáncer de pene, cáncer de ano y cáncer oro-faríngeo (garganta, lengua, o amígdalas).
El VPH tipo 16 y 18 son los más carcinogénicos, causantes de la mayoría de los casos de cáncer de cérvix. VPH tipo 6 y 11 son responsable de las verrugas genitales.
La infección con VPH no presenta síntomas, a menos que sea aquel que cause verrugas genitales; por esto es importante protegerse para disminuir la probabilidad de contagiarse.
¿Cómo me protejo?
Como no presenta síntomas y es una infección muy común, es difícil prevenir el contagio. Los condones no ofrecen una protección completa, pues aun con el uso del condón no se elimina del todo el contacto de piel-a-piel pues no se protege toda el área genital.
Como no presenta síntomas y es una infección muy común, es difícil prevenir el contagio. Los condones no ofrecen una protección completa, pues aun con el uso del condón no se elimina del todo el contacto de piel-a-piel pues no se protege toda el área genital.
Una opción efectiva para la prevención son las vacunas contra el VPH. Hoy día existen 3 vacunas contra el VPH. Estas vacunas están diseñadas para prevenir la infección con el VPH y evitar el desarrollo los distintos tipos de cáncer asociados con este virus; también previenen el desarrollo de las verrugas genitales. Se estima que protegerse con la vacuna contra el VPH reduciría el desarrollo de cáncer invasivo por un 70%. La vacuna se recomienda para niños y niñas, comenzando a los 11 o 12 años.
También es importante, aun si están vacunados, completarse la citología vaginal (prueba del Papanicolaou) para la prevención del cáncer de cérvix o la detección de cambios precancerosos. Dependiendo de la edad del paciente o el resultado de la citología, se puede evaluar la muestra para la prueba del VPH. En mujeres de 30 años o más se recomienda completar ambas pruebas, citología y prueba del VPH conjuntas.