Tener el primer ciclo menstrual o menarquia a una edad temprana estaría asociado con un elevado riesgo de sufrir diabetes tipo 2 en el futuro, así lo afirma un reciente estudio realizado por la revista “Menopause”, de la Sociedad Norteamericana de Menopausia.
La diabetes es una de las enfermedades crónicas más frecuentes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 422 millones de personas padecen de diabetes; y actualmente es una de las principales causas de mortalidad en el mundo.
Una de las principales razones por las que ha aumentado la prevalencia de esta enfermedad es la obesidad. Sin embargo nuevos estudios sugieren que el desarrollo de la diabetes puede estar asociado a otros factores, como la menarquia temprana.
La reciente investigación analizó la situación clínica de más de 15.000 mujeres en China, las participantes del estudio fueron mujer mayores, en edad posmenopáusica. Se logró establecer que quienes habían tenido su primer ciclo menstrual a edades tempranas tenían mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Resultados
Según los investigadores el inicio temprano del ciclo menstrual -14 años- se asoció con diabetes en posteriores etapas de la vida de estas mujeres. Además, existen otros factores que también pueden incidir en la manifestación de esta enfermedad tales como la obesidad y una alimentación desbalanceada.
En las mujeres que la menarquia había sido tardía se observó un riesgo de aproximadamente 6% menos de este tipo de diabetes en comparación con quienes habían tenido su primer ciclo menstrual a edades tempranas.
“Este estudio de mujeres chinas rurales indica que la edad promedio de la menarquia se retrasa en relación con los países occidentales a los 16,1 años y está relacionada con un menor riesgo de diabetes tipo 2”, aseguró Stephanie Faubion, directora médica de la Sociedad Norteamericana de Menopausia.
Este trabajo investigativo aporta nuevos datos a la relación existente entre el primer ciclo menstrual y el riesgo de sufrir diabetes. De acuerdo a los resultados obtenidos el Índice de Masa Corporal (IMC) podría aumentar o mitigar la probabilidad de desarrollar esta enfermedad.