Anteriormente, se veían estos ejercicios como un tabú, pero gracias a la educación sexual han cobrado interés los ejercicios de Kegel en las mujeres porque tienen grandes beneficios para ellas. Especialmente, para mujeres en embarazo, con una líbido bajo o con probabilidad de sufrir un prolapso uterino (caída de la matriz).
¿Qué son los ejercicios de Kegel?
Arnold kegel inventó estos ejercicios, en un principio lo hizo con el fin de que sus pacientes con incontinencia urinaria tuvieran un tratamiento efectivo. Sin embargo, años más tarde se descubrió que estos ejercicios tenían otros beneficios: le pueden ayudar a fortalecer los músculos debajo del útero, la vejiga y el intestino, es decir, fortalecer el suelo pélvico.
El suelo pélvico es una “hamaca” que sostiene los órganos de la parte inferior del cuerpo, como lo son la vejiga, el útero, el recto y los intestinos. Está compuesto por el músculo pubocoxígeo y ligamentos que funcionan como sostenedor de estos órganos.
Síntomas de problemas en el suelo pélvico
El suelo pélvico se puede ver afectado por diferentes factores como los deportes de alto impacto, el estreñimiento crónico, la sequedad vaginal, cirugías en la zona pélvica, el envejecimiento, sobreesfuerzo, obesidad, embarazos, menopausia, etc. Estos son sus síntomas:
- Escapes de orina al hacer fuerza o estornudar
- Incontinencia anal
- Disfunción sexual
- Sensación de caída o desplazamiento de los órganos intraabdominales
Cómo hacer los ejercicios de Kegel
Primero, descubre cómo se siente tu suelo pélvico: introduce tu dedo índice, limpio y sin la uña larga, dentro de tu vagina. Siente tu músculo vaginal, intenta apretarlo gradualmente, reconociendo qué tan blando o tonificado está este músculo, si te cuesta apretar la vagina alrededor del dedo o si la reacción es lenta.
Luego, una vez que eres consciente de este músculo puedes empezar con tus ejercicios (recuerda hacerlos con tu vejiga vacía):
- Respira de forma adecuada, inhalando lentamente por la nariz y sintiendo como si el aire llegara hasta tu ombligo. Sostén la respiración unos 3 segundos y luego exhala lentamente por la boca.
- Acuéstate boca arriba en tu cama o un lugar plano y cómodo, usa una almohada para tu cabeza, levanta tus rodillas y deja tus pies apoyados en la cama. Luego, mientras inhalas ve contrayendo tu piso pélvico hacia adentro y hacia arriba, como si lo contrajeras hacia tu pecho (tu abdomen o glúteos no se deben contraer). Después, relaja poco a poco el músculo, mientras exhalas.
- Siéntate sobre los huesos de tus glúteos, de forma recta, abre un poco las piernas, y empieza a respirar. Al hacerlo ve encogiendo tu músculo de la zona pélvica, llevándolo al ombligo, cuenta hasta 10 o hasta donde alcances, y luego empiezas a relajarte suavemente.
- Otras formas de hacer los ejercicios de Kegel son con las bolas chinas que introduces en tu vagina y con vibradores de diferentes intensidades.
Beneficios
- Reducir la Incontinencia urinaria
- Evitar el prolapso de los órganos pélvicos
- Ayuda a la recuperación post parto
- Aumenta el libido y proporciona mejor sensación de orgasmo
- Reduce el dolor pélvico crónico
- Prepara a la mujer para tener un parto menos complicado
Recuerda que autoexplorarse es una forma de cuidarte, ya que reconocerás las anormalidades en tu vagina, como burbujitas, dolor, ardor, cambio del color de tu vulva y flujo o secreción, también reconocerás si tienes malos olores.