Los medicamentos para el reflujo ácido o inhibidores de la bomba de protones (IBP), que a veces se recomiendan para aliviar los problemas estomacales durante el tratamiento del cáncer, pueden tener un efecto secundario no deseado. Se trata del deterioro de la memoria y la concentración de las sobrevivientes de cáncer de mama.
Una nueva investigación de la Universidad Estatal de Ohio muestra una relación entre el uso de IBP por parte de las sobrevivientes de cáncer de mama con informes de problemas de concentración y memoria. En promedio, los problemas cognitivos reportados por las usuarias de los IBP fueron entre 20 y 29 por ciento más severos. En comparación con los problemas reportados por las usuarias que no usaban IBP. Los IBP se venden bajo marcas como Nexium, Prevacid y Prilosec.
IBP
Los IBP son medicamentos que funcionan al reducir la cantidad de ácido gástrico producido por glándulas en el revestimiento del estómago. El estudio es el primero en observar el uso de IBP en las supervivientes de cáncer de mama. Este aparece en línea en la Journal of Cancer Survivorship.
En la investigación se utilizaron datos de tres ensayos clínicos anteriores de la Estatal de Ohio. Estos examinaron la fatiga, una intervención de yoga y la respuesta a la vacuna en pacientes y supervivientes de cáncer de mama. En cada uno de esos estudios, las participantes habían reportado su uso de medicamentos prescritos y de venta libre. También calificaron cualquier síntoma cognitivo que tenían como parte de la recolección de datos de rutina.
Los investigadores encontraron que el uso de IBP predecía una concentración más grave y síntomas de memoria. Así como una menor calidad de vida relacionada con el deterioro de la cognición. Lo encontraron luego de controlar una variedad de factores que podrían afectar la cognición, como la depresión u otras enfermedades, los tipos de tratamiento del cáncer, la edad y la educación.
Efectos en las usuarias de IBP
“La gravedad de los problemas cognitivos reportados por los usuarios de IBP en este estudio fue comparable a lo que los pacientes que se sometían a quimioterapia habían reportado en un estudio de observación de gran tamaño“, dijo Annelise Madison, autora principal del estudio y estudiante de posgrado en psicología clínica en la Estatal de Ohio.
“Los no usuarios de IBP también reportaron problemas, pero definitivamente estaban mejorando. Según lo que estamos viendo, no sabemos si los usuarios de IBP podrían no ser capaces de recuperarse completamente de manera cognitiva después de la quimioterapia. Es un área que debe ser investigada más a fondo”,
agregó la autora.
Madison prosiguió este estudio con base en su conocimiento del potencial conocido de los IBP para atravesar la barrera hematoencefálica. También con investigaciones previas que sugieren que el uso de IBP fuera de la etiqueta en pacientes de cáncer podría aumentar la capacidad de respuesta de los tumores a la quimioterapia. Al igual que proteger el sistema digestivo de los estragos de los medicamentos de quimioterapia.
“Pensé que podría haber un efecto cognitivo por tomar IBP, sobre todo en esta población. Porque las supervivientes de cáncer de mama ya están en riesgo de declive cognitivo. Los IBP son de venta libre y en general se consideran seguros. Así que no ha habido muchos ensayos a largo plazo, sobre todo en cuanto a los resultados cognitivos, porque nadie pensaba realmente que eso fuera un efecto secundario”,
explicó a través de un comunicado.
Detalles de los estudios
Como parte de su programa de posgrado, Madison trabaja en el laboratorio de Janice Kiecolt-Glaser. Esta es profesora de psiquiatría y psicología y directora del Instituto de Investigación de Medicina Conductual de la Estatal de Ohio. Para este trabajo, Madison realizó análisis secundarios de tres de los estudios anteriores de Kiecolt-Glaser que examinaban la conexión de la inflamación con el tratamiento del cáncer de mama y la supervivencia.
En el análisis de Madison se utilizaron los datos de 551 mujeres de esos estudios anteriores, 88 de las cuales informaron tomar IBP. Las mujeres de los estudios anteriores habían proporcionado autoinformes sobre el uso de los IBP. También con los síntomas cognitivos varias veces durante periodos de tiempo variados, dependiendo del diseño de cada estudio.
Estudio de fatiga
Las mujeres en los estudios que observaron la fatiga en pacientes recién diagnosticados e investigaron el efecto del yoga sobre la inflamación y la fatiga en los sobrevivientes habían completado un cuestionario que calificaba la gravedad de sus problemas de memoria y concentración en una escala de 0 a 10 durante los cinco días anteriores.
El análisis de Madison encontró que, en promedio, los problemas de concentración de los usuarios de IBP en el estudio de la fatiga eran 20 por ciento más graves que los reportados por los no usuarios de IBP. En el estudio de yoga, los problemas de concentración de los usuarios de IBP fueron 29 por ciento más graves. No hubo diferencias en los problemas de memoria reportados.
En el tercer estudio, que presentó datos de la visita al placebo de un ensayo de vacuna contra la tifoidea, los problemas de memoria reportados fueron 28 por ciento más severos en los usuarios de IBP que en los no usuarios. Sin diferencias en los reportes de problemas de concentración.
Reporte de las sobrevivientes de cáncer de mama
Las sobrevivientes de cáncer de mama de este estudio completaron un cuestionario adicional que medía las implicaciones funcionales de su deterioro cognitivo. Las puntuaciones de las usuarias de IBP fueron más bajas que las de las no usuarias en esta evaluación, en la que las usuarias de IBP reportaron una menor calidad de vida. También mayor deterioro cognitivo y menores capacidades cognitivas en comparación con las no usuarias.
“El hecho de que este estudio haya encontrado efectos similares en tres conjuntos distintos de pacientes que se encuentran en diferentes etapas de supervivencia del cáncer le da algo de peso a lo que estamos viendo. Si hubiera sido en un solo estudio, podría haber sido un efecto fortuito”,
dijo Kiecolt-Glaser, autor principal del artículo e investigador del Centro Oncológico Integral de la Estatal de Ohio.
Medicamentos aprobados
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de EE. UU. ha aprobado los IBP para su uso a corto plazo en el tratamiento de afecciones comunes de ácido gástrico y a largo plazo para úlceras y trastornos gástricos que impliquen una secreción ácida excesiva.
Madison anotó que el uso de mantenimiento no indicado en la etiqueta de los IBP en pacientes de cáncer puede durar mucho tiempo. Su análisis mostró que al menos dos tercios de las supervivientes de cáncer de mama que usaban IBP los habían tomado entre seis meses y dos años.
Madison enfatizó que el estudio muestra una correlación entre el uso de IBP y los problemas cognitivos en las supervivientes de cáncer de mama, y que se necesitaría un ensayo clínico que controlara las dosis de IBP y obtuviera datos cognitivos objetivos para identificar cualquier efecto causal. Este trabajo fue apoyado por subvenciones de los Institutos Nacionales de Salud.