Cuando una mujer tiene un embarazo prematuro, es posible que el bebé no haya alcanzado la madurez suficiente en sus pulmones para funcionar de forma normal fuera del útero. Por esta razón, se recurre a la maduración pulmonar a través de medicamentos.
Los órganos del bebé no tardan en desarrollarse en el vientre, sin embargo, solo alcanzan la madurez hasta el final del embarazo. Si hablamos de los pulmones, su crecimiento empieza al inicio de la gestación, aunque, si por alguna razón, el pequeño nace antes, los expertos aconsejan empezar con este procedimiento para acelerar su desarrollo y, a su vez evitar complicaciones en los intestinos, cerebro, ojos y otras partes del cuerpo.
¿En qué consiste este método?
La maduración fetal se lleva a cabo entre las semanas 24 y 34.6 de gestación, aunque en la última actualización el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG, por sus siglas en inglés) recomienda que puede aplicarse, incluso, desde la semana 23 a la 36.6.
No es un procedimiento que se pueda utilizar en todas las pacientes y no se recomienda más de dos dosis. La única manera de colocar una segunda dosis es que pase 14 días después de la primera.
Es posible que después de la aplicación sientas que el feto se mueve menos, en algunas ocasiones provoca una picazón en el cuerpo y en las pacientes diabéticas hay que monitorizar porque pueden elevar la glucosa. Son efectos que todo especialista espera.
Fuente: Mi bebé y yo