La edad y su relación con la maternidad

por Revista Ginecología y Obstetricia
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Aunque vivimos en una sociedad en la que los hijos se tienen cada vez más tarde, aún se puede escuchar la terrible expresión de “se te va a pasar el arroz” dirigida a las mujeres que rondan los 30 años. Esto las enfrenta a la presión del reloj biológico cuando, quizá, todavía no se han planteado la maternidad. Sin embargo, hoy en día la edad ya no es tan determinante para ser madre, gracias a las técnicas de reproducción asistida.

Es cierto que la fertilidad de la mujer disminuye con los años, por lo que las posibilidades para quedar embarazada de manera natural también bajan. Frente a esto, existen técnicas que permiten conocer el estado de los óvulos, e incluso preservarlos hasta el momento adecuado.

La doctora Jessica Marqués Galán, ginecóloga en la unidad de reproducción asistida del Hospital de Día Quirónsalud Zaragoza, nos comenta que “la sociedad actual somete a la mujer a una gran presión profesional que le obliga a retrasar sus deseos de maternidad hasta una edad en la que su fertilidad puede verse comprometida. Por ello los profesionales debemos informar sobre los tratamientos más adecuados”.

Si estás posponiendo el momento de ser madre, o si no has tomado una decisión al respecto, te contamos cómo puedes planificar la maternidad, sin presiones.

La edad y su relación con la fertilidad femenina

Evidentemente, cuanto más mayor sea la mujer, menor será su fertilidad. De hecho, empieza a disminuir de manera significativa a partir de los 35 años, haciéndose más acentuada de los 40 en adelante.

En más detalle, la doctora Rebeca Beguería Fernández, especialista en la Unidad de Reproducción Asistida del Centro Médico Teknon, nos señala que “la fecundidad mensual de la mujer se reduce del 8 al 3% entre los 35 y los 38 años, y el porcentaje de mujeres estériles a partir de los 40 puede superar el 50%”.

Actualmente, la edad es una causa de esterilidad frecuente en la consulta, seguido por otros factores como:

  • La baja reserva ovárica
  • El factor anovulatorio, que implica la no liberación del óvulo por parte de los ovarios, y que puede estar relacionado con el síndrome del ovario poliquístico
  • Problemas de fertilidad de la pareja
  • La endometriosis

Pese a esto, la edad de las madres primerizas se ha retrasado, ya sea por motivos sociales, profesionales, económicos o médicos. Nuestra especialista nos señala que “en España, el 30% de las mujeres tiene su primer hijo a los 35 años“, edad en la que, lamentablemente, la fertilidad empieza su deterioro.

Afortunadamente, existen técnicas que permiten esperar al mejor momento, aliviando la presión del paso del tiempo. Por ejemplo, es posible medir la reserva ovárica, el número y la calidad de los óvulos, e incluso optar por la vitrificación de óvulos, que posibilita extraerlos y guardarlos en la etapa fértil para utilizarlos en un futuro.

¿Para qué sirve conocer la reserva ovárica?

Es el principal paso que debes plantearte si te gustaría ser madre, pero no sabes cuándo. Así nos lo confirma la doctora Beguería: “conocer la reserva ovárica es clave para una buena planificación, si no tienes clara una maternidad temprana”.

En concreto, la reserva ovárica se refiere a la cantidad de óvulos y su calidad, y esto se mide a través de 2 técnicas:

  • Análisis de sangre. Puedes realizarlo en cualquier momento de tu ciclo menstrual. Consiste en un análisis que indica el nivel de hormona antimulleriana, que indica de manera fiable cuántos óvulos tienes.
  • Ecografía. Debes realizarla en la primera fase del ciclo menstrual. A través de esta prueba, se determina el número de los folículos antrales, que es otro indicador de la reserva ovárica. “Cuantos más folículos haya, mejor”, nos subraya nuestra doctora.

Entonces, ¿cuándo debes solicitar alguna de estas pruebas? Nuestra doctora nos aconseja que “si una mujer se plantea ser madre más allá de los 30, es importante conocer la reserva ovárica y tomar decisiones en función de sus planes de futuro, ya que, si se plantea ser madre más allá de los 35, es conveniente preservar su fertilidad y plantearse la vitrificación de óvulos”.

Vitrificación ovárica para conservar los óvulos

Se trata de una técnica de reproducción asistida utilizada para preservar la fertilidad. La vitrificación ovárica consiste en extraer los óvulos durante la etapa fértil y guardarlos hasta que la mujer desee utilizarlos, o no.

Esto se consigue mediante un proceso rápido de congelación, que llega a los -196º de manera casi inmediata; es importante no confundirlo con la técnica de congelación de óvulos, en la que la temperatura baja lentamente.

Además, esta técnica de vitrificación permite que los óvulos conserven las características del momento en el que se extrajeron, e incluso su capacidad para lograr la gestación, y que puedan ser utilizados años después, cuando lo desee la mujer.

Aunque la vitrificación ovárica se puede realizar a los 38 años, lo recomendable es no superar los 35 años para lograr los mejores resultados. Así nos lo remarca la doctora Marqués: “La mejor edad para hacerlo es antes de los 35 años, porque a partir de esta edad la fertilidad comienza a declinar siendo el descenso mucho más acusado a partir de los 40″.

¿Cómo se realiza?

Los pasos de este procedimiento son:

  • Realizar una ecografía ginecológica, una analítica de sangre y la historia clínica. Antes de la vitrificación ovárica, es recomendable estudiar cuál es la capacidad reproductiva y elaborar la historia clínica de cada caso.
  • Proceder a la estimulación ovárica. Se consigue a través de la terapia hormonal que dura alrededor entre 10-12 días. Gracias a los controles mediante ecografía, se puede establecer el momento ideal para extraer los óvulos. Nuestra ginecóloga añade que “la medicación utilizada no tiene efectos secundarios relevantes para la paciente, los más frecuentes son la sensación de retención de líquidos y molestias abdominales leves”.
  • Extraer los óvulos en el quirófano. Se realiza mediante una punción ovárica guiada por ecografía y usando sedación. Después, los óvulos extraídos, de 10 a 15, se trasladan al laboratorio para su vitrificación y su conservación.

Una vez que nos planteamos ser madres, “los óvulos se desvitrifican, se fecundan con el semen de la pareja o de un donante, y se forman embriones que, después de tres días de evolución en el laboratorio, son transferidos al útero de la mujer”. Este último paso de la transferencia embrionaria no requiere anestesia, dura 10 minutos y no causa dolor.

Por último, nuestra doctora nos advierte que, pese a que cada vez hay mayor interés por este procedimiento, “la mayoría no la conoce o reacciona tarde, haciendo que los resultados del proceso no sean los deseados”. Por eso, es vital conocer esta opción si no se ha descartado la maternidad.

¿Es posible ser madre a los 40 años?

Sí, aunque puede resultar más complicado, ya que a esa edad es más acentuada la pérdida de fertilidad, por lo que, normalmente, es necesario recurrir a la reproducción asistida. La doctora Marqués nos añade que “se sabe que los óvulos a partir de los 40 años pueden generar embriones con un mayor número de alteraciones genéticas pudiendo acabar en aborto hasta en el 40% de los casos”.

Si te encuentras en esta situación, es aconsejable que sigas estas recomendaciones:

  • Acude a la consulta preconcepcional. Así los especialistas pueden realizar una revisión ginecológica completa y un análisis de sangre. Además, pueden guiarte sobre los hábitos saludables que puedes adoptar.
  • Analiza tu reserva ovárica, para medir el número de óvulos y su calidad. En el caso de que la reserva ovárica sea buena y tengas menos de 43 años, se recomienda el procedimiento de Fecundación in Vitro o FIV. Sobre esto, nuestra ginecóloga nos explica que “consiste en extraer los óvulos, fertilizarlos con los espermatozoides de la pareja o de un donante en el laboratorio y, luego, transferir los embriones resultantes al útero”. En cambio, si la reserva ovárica no es adecuada y eres mayor de 43 años, lo más aconsejado es que optes por la donación de óvulos, procedentes de una mujer de 18 a 35 años. “Con esta opción podemos obtener unas tasas de embarazo por ciclo de hasta el 65-70%”, nos apunta nuestra doctora.
  • Realiza el Diagnóstico Genético Preimplantacional o DGP. Sobre esta técnica de reproducción asistida, nuestra doctora nos detalla que “permite analizar la carga cromosómica de los embriones producidos, y de esa forma desechar aquellos que presenten anomalías, consiguiendo una mayor tasa de embarazo y un menor número de abortos, incluso en las mujeres de mayor edad”.

Cabe añadir que, aunque puedes optar por los tratamientos de reproducción asistida a cualquier edad, debes saber que no están aconsejados a partir de los 50 años. Igualmente, nuestra doctora manifiesta que “no es recomendable posponer el embarazo en exceso, ya que, con la edad, se incrementan los riesgos obstétricos y perinatales”.

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