La tosferina o “pertussis”, es una enfermedad respiratoria aguda, causada por una bacteria llamada bordetella pertussis. Dicha bacteria produce múltiples antígenos y productos biológicos activos, estos son responsables de las características clínicas de la enfermedad y de la respuesta inmune que ocurre luego de la infección.
Esta patología puede ser transmitida al toser o estornudar cerca a otra persona. La tosferina produce mayor impacto en menores de tres meses de edad. Debido a que la primera dosis de la vacuna contra la tosferina es suministrada al bebé hasta los dos meses, siendo más vulnerables a ser contagiados por esta enfermedad.
Se estima que cerca de un 90% de muertes por tosferina son en niños menores de un año de edad.
Informes de entidades de salud aseguran que un elevado porcentaje de bebés contagiados por el virus, lo contraen de la madre. Por esta razón es importante que sea la madre la primera vacunarse.
¿Cómo proteger a tu hijo de la tos ferina?
Principalmente existen tres formas de proteger a los niños de esta enfermedad:
- A través de la protección temprana, que la madre le pasa al vacunarse contra la tosferina en el tercer trimestre del embarazo.
- Al estar rodeado de familiares y cuidadores que estén al día con las vacunas contra la tosferina.
- Al recibir todas las dosis de la vacuna contra la tosferina de acuerdo con las guías de vacunación.
De acuerdo a las recomendaciones de los Centro para el Control y la Prevención de enfermedades (CDC), se debe aplicar la vacuna a madres gestantes entre las 27 y 37 semanas de embarazo. Luego de la aplicación de la vacuna la madre crea anticuerpos protectores, y transmite algunos de estos a su bebé, esto para protegerlo.
En el caso de no haberse vacunado durante el embarazo, es necesario que se aplique la vacuna luego de dar a luz. Esto para reducir la probabilidad de transferir el virus a su hijo. Como se mencionó anteriormente, también es importante que todas las personas que estén cerca al bebé -familiares cercanos y cuidadores- tengan esta vacuna.