Un óvulo, comúnmente viene en una presentación pequeña, en forma de bala para
que su introducción en la vagina sea fácil. Al ser implantado, el medicamento
empieza a actuar rápidamente como agente capaz de contraatacar infecciones
causadas por hongos y bacterias y disminuir molestias como el picor, flujo espeso
y blanco, enrojecimiento e inflamación.
Su eficacia frente a la infección suele ser mucho mayor en comparación con
pastillas o cualquier tipo de medicamento oral, pues sus componentes se
disuelven en la vagina atacando directamente el problema.
Aprende a usarlos en tres pasos
- Si hablamos de una infección, resulta indispensable que manejes una
buena higiene, así que, no olvides lavar bien tus manos y no dejar los
óvulos fuera del empaque hasta el momento exacto en el que decidas
utilizarlo. - Busca una posición cómoda y que te permita una fácil manipulación.
Puedes intentar poniéndote en cuclillas y separando las piernas. - Introduce el óvulo con ayuda de tus manos o con el aplicador que viene en
su caja. Insertalo delicadamente y lo más profundo posible.
Es importante conocer porque aparece cualquier tipo de lesión vaginal para
descartar complicaciones mayores como enfermedades de trasmisión sexual, o
para poder determinar qué tipo de hábitos pueden estar afectando tu salud.
Es indispensable que completes el tratamiento recomendado por el ginecólogo
para que este resulte efectivo y no dejes de consultar con él, especialmente si las
molestias son muy continuas para hallar la causa que está desequilibrando tu PH
natural.