El sangrado intermenstraual puede ser provocado por diferentes problemas, la mayoria benignos que pueden tratarse fácilmente, aunque en algunas ocasiones puede estar relacionado con la presencia de cáncer, de manera que ante la presencia de un sangrado inusual es importante que sea evaluado por un especialista.
El sangrado vaginal anormal puede ocurrir después de tener relaciones sexuales o después de la menopausia, incluso puede manifestarse mediante un sangrado más abundante de lo normal en la menstruación. Sin importar de qué manera se presente, la mejor manera de encontrar la fuente del sangrado es a través de un examen exhaustivo.
Posibles causas
- Presencia de miomas o pólipos uterinos
- Cambios hormonales
- Efecto secundario de algunos anticonceptivos
- Aborto espontáneo
- Presencia de infecciones de transmisión sexual
- Síndrome de ovario poliquístico
- Endometriosis o adenomiosis
- Lesiones internas
La pérdida de sangre se puede medir a través de la frecuencia mediante la que realizamos el cambio de toallas o tampones. El tratamiento dependerá de la causa subyacente.
En algunas ocasiones, el sangrado puede estar relacionado con la resequedad de la zona íntima, por lo que algunos especialistas recomiendan el uso de lubricantes artificiales para evitar pequeños desgarres.
¿Cuándo contactar con un profesional?
Si el sangrado se presenta durante el embarazo, es una señal que requiere atención médica inmediata. Igualmente, si el sangrado está acompañado de otros síntomas como dolor pélvico, fatiga o vértigo.
Como se mencionaba, no hay un tratamiento universal, sino que depende directamente de la causa. Por lo general, se suele recetar medicamentos o píldoras anticonceptivas en los casos menos graves, y algunas intervenciones como embolización de la arteria uterina, ablación endometrial, miomectomía y/o histerectomía.