¿Cómo afecta la contaminación del aire a la fertilidad humana y la fecundación in vitro? ¿Pueden influir factores como la dieta, la actividad física o el estilo de vida? ¿Y la exposición a otros contaminantes a través de la comida o del entorno? Estas preguntas se debatieron en el Ist International Symposium on Diet, Lifestyle and Fertility en Barcelona. Un evento organizado por el Grupo de Investigación en Infertilidad de Barcelona del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y la Fundación Fertty.
Una de las ponencias más destacadas, reportó el Jano.es, fue la presentada por el Dr. Miguel Ángel Checa. Este es coordinador del Grupo de Investigación en Infertilidad de Barcelona del IMIM, jefe de sección de Reproducción Humana del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital del Mar y codirector del simposio. En ella, analizó el papel de los contaminantes atmosféricos, así como de otros contaminantes, en la fertilidad.
“Las pacientes que están sometidas a niveles más altos de contaminación en la ciudad de Barcelona, tienen peores tasas de embarazo; aunque sea por fecundación in vitro, y un riesgo más alto de aborto”,
aseguró el Dr. Checa.
Esta ponencia también sirvió para presentar los resultados del trabajo de tesis doctoral de la Dra. Mireia González, que, precisamente, ha analizado los efectos de los niveles de contaminantes atmosféricos sobre el éxito de la fecundación in vitro.
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Detalles del estudio sobre los efectos en el éxito de la fecundación in vitro
El estudio ha demostrado que la exposición a partículas en suspensión durante los días previos a la implantación de los embriones en estos procedimientos tiene un efecto directo sobre su fracaso o la posibilidad de aborto.
Para llegar a esta conclusión, se practicó un seguimiento de cerca de 200 pacientes del área de Barcelona y de Girona. Estas pacientes se sometieron a un tratamiento de fecundación in vitro. El trabajo analizó tanto el papel de estas partículas, procedentes básicamente del tráfico de vehículos, como el de otro contaminante atmosférico, los óxidos de nitrógeno (NOx), pero en este caso, no ha quedado claro su papel.
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Del total de casos analizados, 486 transferencias embrionarias, se produjeron 215 gestaciones, de las cuales, solo la mitad evolucionaron en un embarazo. La redactora de la tesis, la Dra. González apunta que “el incremento de las partículas en suspensión, sobre todo las más pequeñas (PM2,5), los 3 días previos a la transferencia y en el día de su realización se asocia de forma directa con un mayor riesgo de aborto y de no obtener la gestación“.
Ante estos datos, asegura que “no se tiene que cambiar la técnica de realización de la fecundación in vitro, sino que hay que cambiar las ciudades en relación con la contaminación derivada de la combustión de los motores“.
El estudio tuvo en cuenta los niveles de contaminantes atmosféricos 15 días antes de la implantación, 3 días antes, el mismo día y 7 días después. Las pacientes que participaron tenían una media de edad de 37 años y los motivos más habituales de infertilidad eran la edad avanzada y la baja reserva ovárica, sin que hubiera diferencias en el tipo de protocolo de estimulación ovárica utilizado ni en la forma de fecundación.