Las proteínas kisspeptina y neuroquinina B tendrían una implicación en el desarrollo del síndrome de ovario poliquístico, así lo afirma una reciente investigación realizada por la clínica de reproducción asistida IVI y el Instituto de Investigaciones Químicas en Sevilla.
Para llevar a cabo este estudio los científicos analizaron los niveles de estas proteínas y sus efectos en la salud. En esta investigación participaron 43 personas diagnosticadas con el síndrome de ovario poliquístico y 46 donantes de óvulos.
Ambos grupos de participantes estuvieron en un tratamiento de estimulación ovárica que pretendía inducir la maduración de varios folículos ováricos; esto para determinar si una gran cantidad de neuroquinina B y kisspeptina incidían en el desarrollo de esta enfermedad.
Según los investigadores los niveles elevados de estas dos hormonas tienen una implicación directa con el desarrollo del síndrome de ovario poliquístico, debido a podría contribuir a producir problemas de ovulación y la aparición de folículos anormales.
Los resultados obtenidos en este trabajo investigativo permitirían desarrollar nuevas dianas farmacéuticas que puedan reducir la sintomatología característica de la enfermedad. Por ahora, el equipo de investigadores se enfoca en establecer si estas proteínas también inciden en la aparición de enfermedades como la endometriosis.
Síndrome de ovario poliquístico
Es una alteración endocrina bastante frecuente, en las mujeres durante su etapa fértil. Esta afección se caracteriza por provocar períodos menstruales irregulares e incluso ausencia del mismo y la aparición de acné.
La causa por la que se produce no era del todo clara, por lo que este hallazgo podría dar un primer indicio de sus posibles causas. Hasta el momento se creía que un significativo porcentaje de los casos se producían por una alteración hormonal. También por factores genéticos o niveles de insulina elevados en el cuerpo.