Algunas mujeres tienen la falsa creencia de que la aparición de signos como la inflamación de los senos, bultos e irritación de los mismos se debe únicamente a la presencia de cáncer. Sin embargo, estos síntomas también pueden ser provocados por otras enfermedades que afectan el tejido mamario.
En el artículo de hoy, te contamos cuáles son las enfermedades que pueden afectar la salud de tus senos. Recuerda que no todos los tumores o quistes son malignos, también pueden ser benignos, pero deben ser monitoreados de forma constante por los especialistas.
Fibroadenoma
Los fibroadenomas son tumores sólidos que se forman en el seno y se mueven bajo la piel al momento de tocar la mama, por lo que identificarlos puede ser un trabajo complejo. Pese a que estos tumores no son cancerígenos, tenerlos sí aumenta significativamente el riesgo de desarrollar cáncer.
Mastitis
La mastitis por su parte, es una inflamación del tejido mamario que puede provocar infecciones si no es tratada de forma rápida. Afecta con más frecuencia a mujeres en etapa de lactancia, debido a que el paso de leche por los conductos puede producir una obstrucción de los mismos.
Carcinoma lobulillar in situ (CLIS)
Esta patología es causada por una mutación genética en una de las glándulas mamarias encargadas de la producción de leche. Por lo general, el carcinoma lobulillar in situ es diagnosticado mediante una biopsia del seno. Las mujeres que padecen de esta enfermedad tienen más riesgo de padecer cáncer; los expertos hablan de un incremento del 20%.
Quistes mamarios
Si al tocar los senos sientes un bulto firme, redondo y el conducto de leche está lleno de algún tipo de líquido puedes tener un quiste mamario. Este tipo de quistes suelen aparecer días antes de que inicie el ciclo menstrual y desaparecer tan pronto termine.
Ante la presencia de síntomas como inflamación, incremento de la sensibilidad, enrojecimiento de la piel del seno o secreciones por el pezón debes acudir al médico. Detectar las enfermedades que afectan la mama de forma temprana ayuda a reducir el riesgo de complicaciones como el cáncer.