Por: Nabal José Bracero
Especialista en Endocrinología Reproductiva e Infertilidad
En los últimos años, la ciencia ha permitido cosas increíbles, pero el más reciente avance en materia de fertilidad se trata del trasplante de útero. El Dr. Mats Brännströn, líder del grupo sueco de trasplante uterino, anuncio en septiembre de 2012 el nacimiento en Suecia del primer bebé del mundo gestado en un útero trasplantado. Hoy ya son cinco los niños nacidos gracias a este procedimiento. El objetivo de esta complicada cirugía es dar la posibilidad de concebir a las mujeres que carecen de útero, porque nacieron sin él o porque se removió tras una histerectomía.
Hasta el momento, es una práctica que se encuentra en etapa experimental, pero que podría beneficiar a una de cada 4.000 mujeres en el mundo. En cuanto a los requisitos y etapas de la intervención, la paciente ideal para someterse a la terapia no debe padecer enfermedades infecciosas, cánceres, obesidad, no debe ser fumadora y debe tener una reserva ovulatoria adecuada.
No hay límite de edad, aunque es preferible que sea menor de 35 años, tomando en consideración que la calidad de los óvulos disminuye con el paso del tiempo. Después de seleccionar a la paciente receptora, se busca una donante que no desee tener más hijos, que no tenga historial de infecciones ni condiciones pre-cancerosas ginecológicas. Cuanto más inmuno compatibles sean la donante uterina y la recipiente, las probabilidades de rechazo serían menores. En la mayoría de los trasplantes completados, las donantes fueron madres o hermanas de la paciente, y tenían entre 50 y 60 años. El primer bebé nacido gracias al trasplante de útero fue posible gracias a una mujer de 61 años, con 7 años de posmenopausia.
Trasplante de útero exitoso
El primer indicador de un trasplante de útero de exitosa operación es que ocurra menstruación y la continuidad de esta. Los pacientes receptores del útero donado deben realizar tratamiento de fertilización in-vitro con congelación de los embriones antes del trasplante. Estos embriones se pueden descongelar y transferir después de transcurrido un año del trasplante. Durante el transcurso del embarazo, se realizan diversos estudios dirigidos a documentar el desarrollo fetal y la integridad de la circulación materna y placentaria. Una vez que la paciente da a luz, si no desea tener más embarazos en el corto plazo, el útero implantado se extrae, para librarse de los inmunosupresores.
El protocolo sueco permite un máximo de 2 nacimientos o 5 años para evitar el rechazo mediado por anticuerpos. Los riesgos de estos procedimientos son los mismos que en cualquier otro tipo de trasplante. Sin embargo, existen dos peculiaridades favorables: la primera es que las pacientes envueltas son saludables. La segunda ventaja es que una vez que el órgano ha cumplido su función, este se puede retirar y se pueden detener los inmunosupresores.
Etapa experimental
El trasplante uterino es un avance de la medicina moderna que se encuentra en etapa experimental. La preparación y ejecución de cada caso requieren un equipo multidisciplinario donde muchos especialistas, entre estos cirujanos vasculares, de trasplante, ginecólogos y expertos en inmunosupresión, colaboran intensamente. Cada equipo comienza su preparación al realizar un trasplante uterino en animales, antes de desarrollar el programa para pacientes. Esperamos que este fascinante servicio a las pacientes que sufren de infertilidad uterina se convierta en standard of care para nuestras pacientes en los próximos años.