Por: Erika M. Benabe-González, MD, FACOG
Especialista en Ginecología y Obstetricia
Vaginitis es una inflamación de la vagina de la mujer. Una tercera parte de las mujeres tendrán síntomas de una vaginitis en algún momento de sus vidas. Representa 10 millones de visitas médicas por año. La vaginitis afecta a mujeres de todas las edades, pero es más común en los años reproductivos. Hay varias causas, y el tratamiento depende de su causa.
La vagina produce una secreción normal transparente o blancuzca que mantiene el tejido húmedo y saludable a un pH ácido normal entre 4.0 a 4.5. La vagina posee un ecosistema balanceado de bacterias y hongos para poder funcionar normalmente y la acidez de la vagina es un ambiente hostil para muchas bacterias que protege a las mujeres contra infecciones. Algunos factores pueden alterar ese balance de la vagina y entre ellos se encuentran el uso de antibióticos, cambios hormonales, embarazos, lactancia, menopausia, duchas vaginales, espermicidas, coito e infecciones. La alteración de este balance en el ambiente normal de la vagina predispone a la proliferación de hongos o bacterias resultando en una inflamación en el revestimiento de la vagina que conocemos como vaginitis.
La vaginitis puede causar picor, mal olor o gran cantidad de descarga vaginal. Para realizar un diagnóstico es necesario que el médico tome una muestra de la vagina para mirar bajo el microscopio o realizar muestras de cultivo.
El tratamiento de la vaginitis está dirigido a su causa, que en su mayoría, se deben a bacterias, hongos o protozoarios. El tratamiento puede consistir de una tableta, una crema o un gel vaginal. Es importante seguir las instrucciones del médico con precisión aunque la descarga o los síntomas hayan desaparecido antes de finalizar el medicamento, pues la infección podría estar presente todavía. El detener el tratamiento antes de tiempo podría provocar que la infección retorne. Si los síntomas recurren luego de completar el tratamiento debe ver a su médico, ya que quizás requiera un tratamiento diferente.
La vaginitis se ha asociado a múltiples complicaciones como:
- Enfermedad inflamatoria pélvica
- Infecciones post operatorias
- Endometritis post-aborto
- Aumento en la susceptibilidad al virus de VIH
- Aumento en enfermedades sexualmente transmitidas
En el embarazo se ha asociado a complicaciones tales como: parto prematuro, ruptura de membrana, bajo peso al nacer y abortos espontáneos.
La mejor herramienta para evitar estas complicaciones es la prevención. Mantener una vagina saludable y buscar ayuda médica en etapas tempranas le ayudará a sentirse cómoda y disfrutar de una buena salud femenina. Existen varias cosas que podemos hacer para disminuir el riego de tener vaginitis:
- No utilizar sprays higiénicos o tampones desodorantes con olor.
- No tratar de encubrir un mal olor. Podría ser un signo de infección que debe alertarle a ver a su médico.
- No se duche. Es mejor dejar que la vagina se limpie por si sola.
- Lave bien su copa menstrual, los diafragmas, Capas cervicales y aplicadores vaginales luego de cada uso.
- Utilice condones durante el sexo.
- Pregunte a su medico como puede prevenir una vaginitis si se le prescriben antibióticos para otras infecciones.
- Mantenga una dieta balanceada y evite las levaduras para controlar la recurrencia por hongos.
- Mantenga su vagina con un ambiente normal y balanceado con el uso de jaleas vaginales que lubrican y acidifican el tejido de la vagina.