Mucha información encontramos en internet y en las propagandas televisivas sobre el uso de los jabones íntimos, y como mujeres, nos empiezan a rondar poco a poco preguntas acerca de sus beneficios o perjuicios.
Lo cierto, es que la higiene íntima es supremamente importante para la mujer, para poder mantener un pH estable, prevenir las infecciones, enfermedades difíciles de tratar e incomodidades como la picazón, mal olor, ardor, entre otros. Con el paso de los años y la inclusión de los productos para la higiene íntima al mercado, ha supuesto un debate entre aquellos quienes defienden sus beneficios, y aquellos que rechazan sus propiedades.
Ahora bien, lo primero que debes tener en cuenta es que la vagina es muy delicada que genera su propia microbiota que la protege de microorganismos e infecciones externas. Los jabones íntimos prometen una limpieza íntima adecuada sin alterar ni desequilibrar la flora vaginal, siempre y cuando se utilicen de la forma correcta.
¿Qué características debo tener en cuenta a la hora de elegir un jabón íntimo?
En primer lugar, debes tener en cuenta la composición de estos productos; el objetivo principal de estos productos es la eliminación eficaz de secreciones fisiológicas como sudorales, vaginales y uretrales, procurando la compatibilidad dermatológica con la flora vaginal.
- Los jabones íntimos no deben causar irritación ni resequedad de la piel.
- La acción limpiadora debe ser suave, que no cause alteraciones ni desequilibrios de los componentes vaginales producidos de forma natural.
- Debe proveer un pH ligeramente ácido, similar al de la zona íntima.
- Debe ofrecer una acción refrescante y antiodorante.
No todas las mujeres son iguales, de manera que no todos los jabones son recomendables para todas. Puedes consultar con tu médico de confianza la mejor alternativa para ti. Lee las etiquetas, y verifica que el producto adquirido cumpla con todas las regulaciones sanitarias. Evita los productos que contengan alcohol y fragancias, y no lo introduzcas jamás al interior de la vagina.
Ante cualquier síntoma anormal que puedas evidenciar, suspende su uso y comunícate de inmediato con tu ginecólogo.