Por: Daniel Hernández Gutiérrez, MD, FACOG
Especialista en Ginecología y Obstetricia
La menopausia es un evento normal y natural en la vida de la mujer que se define por la ausencia de menstruación por un año debido a la perdida de función de los ovarios por la edad o por intervención médica al remover los mismos durante cirugía, o por quimioterapia o radioterapia.
Se estima que sobre 2 millones de mujeres en EE.UU. alcanzan la menopausia cada año, siendo la edad promedio 51 años.
Aunque no existe como tal un síndrome asociado a la menopausia, aproximadamente de un 50-82% de las mujeres en EE.UU. pueden experimentar algún tipo de síntoma. Los síntomas más comunes son los calentones o “hot flashes”, sudoraciones nocturnas, problemas con el patrón de sueño y síntomas vulvovaginales.
Entre un 10-40% de las mujeres durante la menopausia pueden experimentar irritación, picor vaginal y resequedad lo que puede ocasionar dolor durante el acto sexual. Esto es conocido en términos médicos como dispareunia. Cerca de un 25% de las mujeres experimentan dispareunia durante la menopausia.
Con la pérdida de función de los ovarios durante la menopausia, los niveles de estrógeno disminuyen, lo que ocasiona que las paredes de la vulva y la vagina se tornen más delgadas, la piel se ponga más fina y delicada lo que lleva a desarrollar resequedad o en términos médicos atrofia vulvovaginal. Es por esta razón que las relaciones sexuales se pueden tornar dolorosas.
A diferencia de otros síntomas comunes durante la menopausia como los calentones que con el tiempo desaparecen, la atrofia vaginal y la resequedad son progresivas lo que significa que no se alivian por si solos y que, por el contrario, continúan empeorando con el tiempo.
La mayoría de las mujeres lidian con estos síntomas utilizando lubricantes vaginales que pueden en algunos casos aliviar temporalmente los síntomas, pero no tratan la causa fundamental del mismo. Otras sufren en silencio durante la intimidad o deciden no tener más relaciones sexuales, lo que lleva a problemas en la relación de pareja como disminución en la autoestima y depresión.
Afortunadamente, existen varias alternativas de tratamiento. El mismo puede venir en forma de cremas y anillos vaginales o por vía oral. Con el tratamiento médico apropiado se puede aliviar el picor y la irritación, restablecer el tejido vaginal y de esta forma, aliviar o eliminar el dolor durante las relaciones sexuales.
Es importante que el tratamiento se lleve a cabo bajo supervisión médica. El mismo se selecciona de acuerdo a las necesidades únicas de cada paciente tomando en cuenta su historial médico, uso de otros medicamentos y posibles contraindicaciones. La mujer y su médico deben conversar para encontrar la opción que mejor satisfaga sus necesidades particulares.
Tener una conversación tan íntima con su médico nunca es fácil. Estudios hechos sobre el tema han señalado la vergüenza como la razón principal para no conversar sobre el tema. Esto puede ser vergonzoso al principio, pero hablar con su médico es la mejor manera de verificar si el dolor que siente durante las relaciones sexuales es debido a la atrofia vulvovaginal.
En resumen, como profesional de la salud hay algunas recomendaciones que se pueden hacer reconociendo que la atrofia vulvovaginal es una condición médica para la cual existen tratamientos efectivos.
- Reconocer que la menopausia es una etapa normal en la vida de la mujer y que se pueden experimentar varios síntomas entre estos: calentones, resequedad vaginal y cambios en el patrón de sueño.
- La resequedad vaginal a diferencia de los otros síntomas es progresiva y no se alivia con el tiempo.
- La resequedad vaginal puede provocar dolor durante el acto sexual llevando a problemas en la relación de pareja, disminución en la autoestima y depresión.
- Una vez identificado de que puede estar sufriendo de dispareunia, debe compartirlo con su pareja para buscar entendimiento y apoyo.
- Debe hablar con su médico para así juntos encontrar el tratamiento que mejor se amolde a sus necesidades, historial médico y a su estilo de vida.
- Puede hacer cambios en su estilo de vida como comenzar a hacer ejercicios, no fumar y evitar el uso de productos femeninos que contengan irritantes como jabones, cremas y perfumes.