Qué son los disruptores endocrinos y cómo afectan a la salud

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Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que cuando entran en nuestro cuerpo son capaces de interactuar o interferir con el funcionamiento normal de las hormonas, las cuales forman parte del sistema endocrino.

Al alterar el sistema hormonal del organismo humano y alterar su función, pueden llegar a causar diferentes enfermedades.

La Dra. Paula Sol Ventura, endocrinóloga, nos cuenta con más detalle dónde se encuentran los disruptores endocrinos y cómo nos afectan.

NOS EXPONEMOS A ELLOS A DIARIO

Los disruptores endocrinos están por todas partes y convivimos permanentemente con ellos. Podemos encontrarlos en el hogar, en el trabajo, en la calle o incluso en el campo, por lo que forman parte de nuestra vida de forma habitual.

Los seres humanos podemos estar expuestos a estas sustancias de diferente forma y en diferente grado, por ejemplo, a través de nuestra dieta, de la exposición ambiental o de actividades profesionales.

La cuestión es que esta exposición podría alterar el equilibrio de nuestro sistema endocrino, provocando efectos adversos para la salud humana y también para la salud de la vida silvestre y el medio ambiente.

QUÉ ENFERMEDADES O TRASTORNOS PUEDEN CAUSAR

Lo que se ha demostrado a partir de la evidencia científica es que los disruptores hormonales pueden estar relacionados con efectos secundarios tales como trastornos metabólicos, efectos en el neurodesarrollo y función tiroidea, efectos cardiovasculares, entre otros.

En concreto, pueden estar relacionados con:

  • Trastornos de la salud reproductiva de la mujer como infertilidad, pubertad precoz, etc.
  • Problemas en la función reproductora masculina tales como afecciones de próstata, pérdida de la calidad seminal, malformaciones congénitas del aparato reproductor…
  • Trastornos metabólicos: diabetes u obesidad, enfermedades neurológicas como trastornos del comportamiento, déficit de atención e hiperactividad, enfermedad de Parkinson, etc.
  • Algunos tipos de cáncer como el de tiroides o de mama.
  • Trastornos cardiovasculares.

¿DÓNDE SE ENCUENTRAN ESTAS SUSTANCIAS?

El catálogo de disruptores endocrinos es muy amplio y crece día a día. Se han detectado más de un millar de químicos con capacidad disruptora.

De entre ellos, algunos de los más frecuentes a los que podemos estar expuestos sin saberlo son bisfenol A, parabenos, ftalatos, triclosan, benzofenonas, entre muchos otros.

Estas sustancias pueden encontrarse distribuidas en muchos productos con los que tenemos contacto en nuestra vida cotidiana o incluso en la naturaleza, tales como:

  • Productos de limpieza.
  • Envases.
  • Cosméticos y productos de higiene personal.
  • Materiales de construcción.
  • Ambientadores.
  • Pesticidas e insecticidas.
  • Ropa.
  • Electrodomésticos.
  • Juguetes.
  • Pinturas y tintas.
  • Materiales de uso industrial.

Lo cierto, es que se han estudiado muchas sustancias que nos rodean, pero hay otras tantas que no sabemos para qué se usan ni que efectos pueden tener sobre la salud.

Sin embargo, esto es algo que parece que está cambiando, y se está tratando de regular el mercado de los productos químicos en relación con la salud.

CÓMO PODEMOS LIMITAR LOS DISRUPTORES

Según el tipo de sustancias, algunas pueden eliminarse de forma más rápida, mientras que otras pueden tender a acumularse en el organismo. Por lo tanto, si el objetivo principal es cuidar nuestro cuerpo, hay que poner el enfoque en la prevención o disminución a la exposición a determinadas sustancias que puedan ser nocivas.

Existen guías para garantizar que los criterios adoptados por la Unión Europea se apliquen en la evaluación de determinados productos para identificar si se cumplen los criterios de disruptores endocrinos.

Los disruptores se encuentran en multitud de productos de consumo habitual

Pero dada la gran cantidad de sustancias que existen en el entorno, los consumidores podemos informarnos por medios fiables, como portales científicos, médicos o asociaciones de consumidores o usuarios.

De todos modos, algunas recomendaciones útiles pueden ser:

  • Evitar el PFOA en utensilios de cocina.
  • Leer etiquetas de cosméticos y productos de limpieza.
  • Evitar el uso de insecticidas en casa y alrededores.
  • Utilizar productos de higiene libre de parabenos.
  • lavar las manos con frecuencia.

TOMAR CONCIENCIA DE ESTE PROBLEMA

La OMS, en el 2012, ya nos alertó sobre la necesidad de concienciación sobre la exposición no deseada a productos químicos. La evidencia científica existente en esta área es abrumadora y sigue creciendo día a día.

Hasta la fecha estamos ante un problema con mucho sesgo de información, en el que es fundamental continuar investigando y profundizando, dándole la importancia y visibilidad necesaria.

Sería importante plantearnos si deberíamos seguir moviéndonos más por el interés de lo cómodo e inmediato y los beneficios del presente, o asumir la responsabilidad necesaria de pensar en el futuro de nuestra propia especie y del planeta, y actuar constructivamente para asegurar un futuro sostenible y saludable.

Fuente: Saber Vivir TV

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