De acuerdo con la información ofrecida en la revista de Medicina y Salud Pública por la Dra. Ingrid Ramírez, ginecóloga oncóloga puertorriqueña, las probabilidades genéticas de que una mujer sufra de cáncer de ovario es del 15 y 20 por ciento.
“Un número que ha venido creciendo y por ello que siempre es importante que la mujer pueda contar con un equipo de especialistas que pueda dar con el diagnóstico, pero más allá de esto es el reconocimiento de cada mujer que conoce su cuerpo y sabe que hay señales que no puede obviar”, explicó.
La Dra. Ramírez señaló que el cáncer de ovario no tiene prueba diagnóstica, pero existen señales de alarma o síntomas, con los que la mujer puede sospechar y acudir a su médico.
La experta indicó que estos son: la perdida de apetito, cambios o estreñimiento, cambios en el tamaño del área abdominal, adelgazamiento sin esfuerzo, molestias en la zona de la pelvis y necesidad frecuente de orinar.
En referencia a los tipos de cáncer, la especialista señaló que existen tres tipos relacionados con la condición, como, los tumores epiteliales que se originan en la capa delgada de tejido que recubre el exterior de los ovarios. Aproximadamente, el 90 por ciento de los tipos de cáncer de ovario son tumores epiteliales.
También existen los tumores estromales, que se originan en el tejido ovárico que contiene células que producen hormonas. Estos tumores se suelen diagnosticar en un estadio más temprano que otros tumores ováricos. Alrededor del 7 por ciento de los tumores ováricos son estromales.
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Y por último se refirió a los tumores de células germinativas, que se originan en las células productoras de óvulos. Estos tipos de cáncer poco frecuentes tienden a ocurrir en las mujeres más jóvenes.
La ginecóloga fue enfática en asegurar que la mujer debe estar atenta a las señales, puesto que ha conocido pacientes que le han dicho que si notaron algo raro, pero que lo dejaron pasar por restarle importancia.
“Nuestro cuerpo tiene señales que no podemos obviar, cada una sabe lo que siente y cómo lo siente, por esto siempre insisto en leer esas señales que con tiempo previenen casos graves de cáncer de ovario“, dijo.
Tratamiento contra el cáncer de ovario
La ginecóloga oncóloga explicó que la mayoría de casos de cáncer de útero son detectados en estados avanzados, pues no cuentan con las pruebas como el cáncer de cérvix y el cáncer de endometrio.
Pero el tratamiento para la mayor parte del tiempo avanzados, se ataca con radioterapia y quimioterapia, o cirugía.
La Dra. Ramírez señaló que existen al menos dos tipos de cirugías que coadyuvan al tratamiento, y aseguran que la paciente tenga larga expectativa de vida.
El primero es extirpar un ovario, el cual se realiza cuando el estadio es muy temprano, es decir, que no se diseminó fuera. En segunda instancia, dependiendo del alcance de la lesión, se tendría que extirpar los dos ovarios.
Añadió que si el médico lo considera, se podría retirar las trompas de Falopio, el útero, los ganglios linfáticos cercanos, y un pliegue de tejido graso abdominal (epiplón), para evitar el alcance del cáncer.
En el caso de la quimioterapia, la especialista señaló que estos medicamentos de quimioterapia se suele usar después de la cirugía para destruir todas las células cancerosas que puedan haber quedado. También puede utilizarse antes de la cirugía.
En referencia a la terapia dirigida, la Dra. Ramírez señaló que estos suelen reservarse para tratar el cáncer de ovario que regresa después de un tratamiento inicial o para el cáncer resistente a otros tratamientos.
Es decir, el médico puede analizar las células cancerosas para determinar qué terapia dirigida es la que probablemente sea más eficaz para tu tipo de cáncer.
La terapia dirigida es un área de investigación activa del cáncer, en este momento hay muchos ensayos clínicos están probando nuevas terapias dirigidas.
Fuente: MSP