Lo que no sabías del microbioma vaginal

por Revista Ginecología y Obstetricia
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Nuestro cuerpo tiene una alta cantidad de bacterias en su interior, y gracias a el equilibrio adecuado de bacterias “buenas” cada órgano puede funcionar perfectamente y los seres humanos podemos estar saludables. La microbiota vaginal está compuesta por lactobacillus, jensenii y gaserii, que protegen la zona íntima de infecciones por hongos, bacterias diferentes e infecciones. 

Es relevante que las mujeres conozcan el funcionamiento de su zona íntima para entender las razones detrás del cuidado específico de la vulva y la vagina, para prevenir enfermedades e infecciones en el aparato reproductor femenino y evitar creer en mitos que pueden ser perjudiciales para su salud. 

El microbioma vaginal 

El secreto fundamental para mantener tu zona íntima saludable es cuidar el equilibrio del microbioma vaginal. A continuación te contamos lo que no sabías de este. 

Cuando se desequilibra no te avisa 

La mayoría de infecciones en la zona íntima son asintomáticas, esto quiere decir que la mujer durante mucho tiempo puede padecer de infecciones vaginales y no darse cuenta, ya que no siente cambios en su cuerpo y empieza a sentirlos cuando la condición está avanzada, por esta razón se recomienda ir al ginecólogo una vez al año, realizarse el papanicolau y exámenes de laboratorio. 

Los hombres pueden prevenir infecciones en sus parejas 

Hace unos años un grupo de científicos descubrió que una mujer con una pareja que se había realizado  la circuncisión (una práctica quirúrgica para cortar parte del prepucio) tiene menos probabilidad de desarrollar vaginosis bacteriana (la infección más común en las mujeres), gracias a que su pene no tiene tanta piel para acumular bacterias. 

La vagina necesita de lactobacillus

El microbioma vaginal debe tener diferentes bacterias para mantener protegida la zona íntima, sin embargo, en especial estas bacterias deben ser los lactobacillus, ya que estas producen ácido láctico que mantiene la vagina en estado ácido para evitar condiciones perjudiciales. 

Las relaciones sexuales  y el microbioma vaginal 

Las relaciones sexuales provocan un fuerte impacto para la flora vaginal, lo que hace que esta esté más predispuesta a desequilibrarse. 

Los lubricantes pueden generar un cambio ecológico en la zona íntima y provocar un desequilibrio en las bacterias “buenas” que protegen la vagina. 

Cuando hay relaciones sexuales sin protección con un hombre, el semen puede cambiar el ph de la vagina, ya que este tiene un ph alcalino y no ácido como el mucrobioma vaginal. 

Las ETS O ITS y el microbioma vaginal 

Cuando este se encuentra en desequilibrio o con un historial de desequilibrio, es más propenso de obtener enfermedades de transmisión sexual como el VIH, Herpes, gonorrea entre otras. Recuerda que no siempre al tener relaciones sexuales con una persona positiva a algún ETS, lo vas a contraer, pero sí no usas protección y tienes un desequilibrío en la zona íntima tus posibilidades aumentan. 

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