José F. Cordero, MD, MPH
Decano, Escuela Graduada de Salud Pública, Recinto de Ciencias Médicas, Universidad de Puerto Rico
El embarazo es un tiempo muy especial y es cuando mas nos preocupamos por evitar cualquier exposición que pueda en alguna forma afectar al bebé. Por otro lado, también nos aseguramos de hacer todo lo positivo que sea necesario para asegurar que el bebé nazca sano. Por eso, el cuidado prenatal temprano, la buena nutrición y el ejercicio, son importantes. Algo nuevo que debemos tener en mente es la importancia de vacunarse para protegerse mediante la vacunación contra la influenza y la tosferina, dos enfermedades que pueden ser muy severas tanto para la madre como al bebé.
Cuando pensamos en vacunas lo usual es pensar sobre las vacunas previo al embarazo o después del parto. Nos aseguramos que la vacuna contra el sarampión alemán se administre antes de que comience en el embarazo, ya que su efectividad mayor estriba en proteger al bebé de tener defectos congénitos que pueden ser muy serios tales como sordera, cataratas y defectos del corazón. Una vacuna que se utiliza después del embarazo es la inmunoglobulina de Rh, la cual se administra a madres que son Rh negativas para proteger contra la sensibilización hacia el Rh positivo lo cual conlleva complicaciones para el bebé en futuros embarazos. Lo que quizás no es tan conocido es la importancia de las vacunas que deben administrarse durante el embarazo.
Existen dos vacunas esenciales para la mujer embarazada y su bebé, la vacuna de influenza y la de tosferina. La vacuna de influenza se recomienda a toda mujer cuyo embarazo sea durante la temporada de influenza, es decir, los meses desde octubre hasta mayo de cada año. La vacuna contra la tosferina es una nueva adición a las recomendaciones de vacunas para adultos ya que este grupo es una de las fuentes más importante de transmisión de esta grave enfermedad a niños pequeños.
¿Qué necesitamos saber sobre la influenza en el embarazo?
La influenza en el embarazo es una infección muy seria tanto para la madre embarazada como para el bebé. Cuando pensamos en una madre joven, consideramos que por su edad y buena salud tiene buena protección contra la influenza. Sin embargo, los cambios en la inmunidad que ocurren típicamente durante el embarazo hacen más susceptible a la embarazada a complicaciones graves e incluso la muerte. Se estima que una mujer embarazada de unos 20 años tiene un riesgo de complicaciones y muerte por influenza, tan alto como las personas de 65 años o mayores, el grupo más susceptible a esta condición.
La influenza también puede afectar al bebé durante el embarazo. Un ejemplo es la fiebre alta que ocurre en la madre con la infección con influenza en la gestación puede causar defectos congénitos serios tales como la espina bífida y otros. La influenza en el segundo y tercer trimestre también aumenta el riesgo de un parto prematuro. Se ha observado que cerca de 1 de cada tres madres con influenza en embarazo tiene un bebé prematuro que requiere admisión en la unidad de intensivo neonatal. El nacimiento prematuro y sus complicaciones son una de las causas principales de muerte en el primer mes de vida en Puerto Rico y en la mayoría de países en el mundo. La posibilidad de morir de un recién nacido infectado con influenza es cerca de 10 veces mayor que de aquellos no infectados. Por otro lado, los estudios demuestran que las madres vacunadas durante el embarazo reducen en cerca de un 65% el riesgo de las infecciones severas en el bebé y de morir en los primeros 28 días de nacido.
Se han publicado más de diez estudios sobre la seguridad de la vacunación contra la influenza en el embarazo y todos demuestran que es una vacuna efectiva y sin riesgos mayores a la madre o al bebé. La alternativa, la infección con influenza representa un alto riesgo para la madre y el bebé. En Puerto Rico, el Departamento de Salud reportó 14 madres embarazadas que murieron en el 2009 a causa de las complicaciones de influenza H1N1. Por lo tanto, para la madre embarazada, el vacunarse contra la influenza es la mejor forma de protegerse y proteger a su bebé. Hable con su médico o consulte su clínica de comunidad sobre la vacuna de influenza durante el embarazo.
¿Por qué es necesaria la vacuna contra la tosferina durante el embarazo?
La tosferina es una condición que puede ser muy severa o mortal para los infantes de menos de seis meses y es causada por una bacteria llamada “Bordetella pertussis” y su síntoma principal es la tos violenta e incontrolable que puede durar una seis semanas. En recién nacidos la tos puede ser tan severa que puede llevar a la asfixia y al sangramiento cerebral. Los infantes menores de seis meses están en alto riesgo de tosferina ya que no tienen inmunidad propia y más aún los bebés de menos de dos meses ya que la vacunación contra la tosferina comienza a los dos meses y la protección es mas certera luego de tres dosis las cuales se completan a los seis meses de edad.
En los Estados Unidos la gran mayoría (90%) de las muertes por tosferina ocurren en infantes menores de seis meses.
El contagio de estos viene en su mayoría de adultos con la condición ya que hasta hace unos años no existía vacuna eficaz contra la tosferina para adultos y ese grupo representaba una gran fuente de transmisión de la enfermedad. La mejor forma de proteger los infantes en sus primeros seis meses de vida es que la madre se vacune entre las 27 y las 36 semanas de gestación contra la tosferina utilizando la nueva vacuna llamada Tdap (tétanos, difteria y tosferina para adultos). El otro aspecto importante es que los adultos que rodean al nuevo bebé también estén vacunados. Esto incluye a los padres, abuelos, hermanos y hermanas además de los cuidadores del bebé. Esto provee un anillo de protección al bebé que no puede ser vacunado ya que no tiene la edad pero si tiene un gran riesgo de complicaciones graves si no está vacunado.
En resumen, la vacunación durante el embarazo es de gran importancia y la mejor forma de proteger tanto a la madre como al bebé frente a enfermedades muy serias que pueden ser fatales. Aseguremos un embarazo y un nacimiento saludable mediante la vacunación contra la influenza y la tosferina.