En los periodos de calor se suele cambiar de rutina y de actividades, es frecuente que el cuerpo sude más, por ello debemos tener en cuenta las siguientes recomendaciones para mantener saludable la vulva y vagina.
El calor y la zona íntima
“Durante el verano son más propensas las enfermedades ginecológicas, ya que hay una alta temperatura en el ambiente, la combinación del calor y la humedad puede provocar ardor, irritación, picor y enrojecimiento, si no se tiene en cuenta las indicaciones para prevenirlas ni se tratan a tiempo pueden llegar a convertirse en enfermedades ginecológicas, producidas por hongos o alergias de contacto. Las más frecuentes son la candidiasis vaginal y vaginosis bacteriana”, señala la ginecóloga María del Pilar Vásquez Santos, en el portal web de Qurónsalud.
Recomendaciones para evitar enfermedades y molestias
La Revista Ginecología te aconseja que incluyas estos hábitos para prevenir molestias o enfermedades en tu zona íntima durante el verano:
- Mantén seca la zona íntima, no limpies la vagina en exceso o poco.
- Durante tu periodo cambia las toallas higiénicas o tampones antes de cumplir las 4 horas con ellos.
- Ten cuidado al sentarte en lugares públicos.
- Cámbiate de ropa interior por lo menos dos veces al día y después de hacer ejercicio.
Si vas a la playa o piscina:
- Evita el vestido de baño húmedo durante mucho tiempo y en lo posible, cambiate de traje.
- Ten cuidado a la hora de depilarte, fíjate que la cuchilla de afeitar esté en buen estado.
- No compartas toallas para secarte.
- Utiliza ropa holgada como faldas, vestidos y pantalones anchos que estén hechos de tela de material orgánico como algodón.
- Es importante que mantengas la temperatura del cuerpo fresca.
Tratamiento para las complicaciones
En caso de una incomodidad en la vulva o vagina dirígete al ginecólogo para evitar complicaciones, el especialista hará el procedimiento adecuado para tu bienestar. Este puede examinar tu zona íntima, su estado de equilibrio y ph para realizar un diagnóstico y luego establecer el tratamiento con antimicóticos tópicos o antibióticos, si lo requiere, acompañado de una higiene personal adecuada de tu zona íntima. Ten en cuenta que no debes automedicarte porque puedes ocasionar daños peores y dificultades a la hora de dar un diagnóstico.
Es importante el cuidado personal de la zona íntima durante el verano y a lo largo del día en las diferentes actividades para evitar hongos o alergias de contacto, que si no se tratan a tiempo pueden ocasionar problemas crónicos en la zona íntima de la mujer.