Por: Redacción Ginecología y Obstetricia
El cáncer de seno o también conocido como cáncer de mama es uno de los tipos de cáncer más frecuente en la mujer, aunque también puede desarrollarse en hombres. Esta enfermedad se desarrolla por la reproducción anormal de las células mamarias malignas, que traen como consecuencia el crecimiento de un tumor dentro del seno.
Las causas de esta afección aún se desconocen. Sin embargo, algunas investigaciones han logrado evidenciar que existen factores hormonales, ambientales y de estilo de vida que pueden aumentar significativamente el riesgo de desarrollar esta patología.
Aunque muchas mujeres no presentan signos claros que alerten sobre la presencia del cáncer de mama, la manifestación más característica es el desarrollo de un bulto o nódulo en el seno.
Otros síntomas asociados son: cambio en el tamaño, apariencia o coloración de la mama, descamación del pezón. secreción de líquido por el pezón -sin estar en período de lactancia-. Inflamación en zonas cercanas al seno como la axila o clavícula.
Existen distintos factores que aumentan el riesgo de desarrollar esta patología, algunos de ellos son:
- Antecedentes familiares de cáncer de seno
- Edad
- Obesidad
- Consumo de alcohol
- Exposición a radiación – especialmente en el tórax-
Una de las formas para detectar de forma temprana este tipo de cáncer es realizar el autoexamen. En este caso los especialistas recomiendan realizarlo cada mes. Lo que las mujeres deben hacer es una palpación del seno, en búsqueda de anomalías -bultos- en el mismo. Hacer esta prueba de forma frecuente permitirá a la mujer notar cualquier cambio en esta zona.
Además, realizar de forma periódica el examen clínico -mamografía-. En mujeres mayores de 20 años la recomendación es hacerlo al menos cada 3 años, mayores de 50 años cada dos años y luego de los 40 años debe realizarse anualmente. Otros métodos para detectar el cáncer de mama es realizar pruebas como la resonancia magnética o el ultrasonido.