Autoexamen de seno: la importancia de adoptar este hábito a temprana edad

por Revista Ginecología y Obstetricia
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Habituar a las niñas y adolescentes a realizarse el autoexamen, va a permitir que puedan entender cómo se ven y se sienten los senos normalmente, se familiaricen con su forma y puedan detectar cualquier anomalía física en caso dado que se llegue a presentar.

El mejor momento para realizar el autoexamen, es por los menos 3 a 5 días antes de que inicie el ciclo menstrual, cuando los senos no están tan sensibles o con protuberancias producto de la menstruación. Ahora bien, si se está en la menopausia, se recomienda realizar el examen el mismo día del mes.

¿Qué tipos de cambios en los senos son señales de alerta?

Consulta con tu médico cuando de la nada, percibas secreciones distintas a la leche materna en periodo de lactancia, sientas inflamación o abultamientos en los senos, irritación, anormalidades en el pezón como dolor, descamación enrojecimiento de la zona.

Cambios que no generan preocupación

  • Durante los periodos menstruales, los senos pueden inflamar, sensibilizar y hasta doler. El exceso de líquido en los senos puede provocar que se perciban cierto tipo de abultamientos. Lo ideal es poder asistir a consulta con un especialista una vez finalice la regla, para realizar la examinación pertinente.
  • En el embarazo, el cuerpo presenta diferentes cambios a lo largo de esta etapa. De igual manera, en la lactancia es posible presentar mastitis, cuando se bloquea un conducto de leche. La mastitis produce enrojecimiento, fiebre y sensibilidad de los senos.
  • Las concentraciones hormonales cambian en una mujer cercana a la etapa de la menopausia, causando que los senos se sientan afiebrados. Es común sentir más bultos en el pecho.

Guía para realizar un correcto autoexamen de seno

  • De pie, sentada o acostada, coloca la mano derecha por detrás de la cabeza, y con los dedos corazón y anular de la mano izquierda, presiona con firmeza para examinar todo el seno derecho. Realiza movimientos suaves en el seno derecho hasta llegar a la axila, de igual manera en el otro seno.
  • Presiona los pezones suavemente para verificar si hay secreción de algún tipo de líquido.
  • Diríjete a un baño, frente al espejo y con los brazos a los lados, examina visualmente los senos, buscando alteraciones en la textura, hoyuelos o arrugas. De igual manera, revisa el contorno de cada seno y los dos pezones.

Descubrir una anomalía en la estructura del seno, siempre es un motivo importante de consulta con el especialista. Teniendo en cuenta la preocupación que pueda llegar a sentir, no permitas que el miedo retrase la acción, ten en cuenta que la gran mayoría de bultos se producen por causas benignas, es decir, no asociadas al cáncer.

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