En promedio, las mujeres sufren más de anemia que los hombres, esto se debe a la pérdida de sangre que la mujer tiene en su ciclo menstrual. EL 30% de las mujeres a nivel mundial la padecen. Durante el embarazo la anemia puede ser normal, sin embargo, cuando esta supera los límites tiene grandes consecuencias para la madre y el feto.
La anemia es el resultado de la falta de glóbulos rojos (transportadores de oxígeno) en la sangre. Es la falta de hemoglobina y esto hace que el oxígeno se reduzca en los organos. La anemia se puede producir por la falta de hierro, vitaminas como la vitamina b, pérdida de sangre y embarazo. Los síntomas de este síndrome son fatiga, palidez, dificultad para respirar, aturdimiento, mareos, ritmo cardíaco acelerado. Las mujeres que la padecen suelen tener otras condiciones como el cáncer, celiaquía, enfermedad de crohn entre otras. Para tratar esta condición los especialistas suelen recetar la ingesta de vegetales, medicamentos que formen la sangre o transfusiones sanguíneas.
Anemia fisiológica o dilucional
Durante el embarazo la mujer produce más sangre de lo normal y también produce más líquidos, éstos hacen que los glóbulos rojos se diluyen y la mujer tenga déficit de glóbulos rojos durante el embarazo. Esto se conoce como anemia fisiológica o dilucional y no tiene repercusiones en el feto o la madre.
Anemia ferropénica
Este tipo de anemia durante el embarazo es la anemia que puede perjudicar tanto al feto como a la madre y se debe tratar de inmediato; no solo con alimentación, también con suplementos de hierro, recomendados por el ginecólogo tratante; el especialista indicará los gramos que debe tomar la madre y dirá si los puede tomar durante el primer, segundo o tercer trimestre. Si se toma durante el segundo trimestre sin supervisión médica pueden haber complicaciones graves.
Cuando la madre tiene déficit de hierro y por tal anemia, el feto puede tener: un lento desarrollo, incluso meses después de haber nacido, infección perinatal, parto pretérmino, problemas respiratorios, entre otros. Por otro lado, si la madre tiene una anemia muy baja puede estar descompensada y tiene mayor riesgo de muerte durante el parto y después de él.
Para el diagnóstico de este tipo de anemia, el especialista debe tomar exámenes de sangre, y acorde a los resultados el médico puede recetar medicamentos como, el sulfato ferroso, el gluconato ferroso y el fumarato ferroso. Si la mujer no soporta los medicamentos orales se debe inyectar vía intravenosa el hierro, y cuando la mujer no tiene suficiente hierro antes del parto debe tener una transfusión de sangre, por lo menos dos semanas antes del nacimiento del feto, ya que el aumento de glóbulos rojos se da dos semanas después de su aplicación.
Recomendaciones
Al mismo tiempo que la mujer aumenta el hierro en el cuerpo con los medicamentos, debe seguir una alimentación rica en hierro.
- Aumenta el consumo de espárragos verdes, ya que tienen gran cantidad de vitamina B12 y te pueden ayudar a controlar la anemia.
- Ingiere frutos secos, estos ayudan a combatir los síntomas de la anemia, puedes comer: nueces, almendra, avellanas, pistachos etc.
- Aumenta, en gran cantidad, los cítricos, puesto que éstos contienen vitamina C, la cual ayuda absorber el hierro rápidamente. Puedes comer fresas, limón, mandarina, naranja etc.
- Evita el té, café o leche, ya que éstos disminuyen la absorción del hierro.