Desde el origen de los tiempos se ha querido dar un significado religioso o místico a la menstruación. Este fenómeno fisiológico, que se relaciona con las etapas de la vida de la mujer y la fertilidad, está presente en todas las mitologías, cada una con su consiguiente explicación del periodo.
Una de las curiosidades que seguramente hayas escuchado más veces es que la regla puede sincronizarse. Desde grupos de amigas a compañeras de trabajo afirman que menstrúan los mismo días. Asimismo, el ideario popular tiene asumido que las fases de la luna afectan al ciclo femenino. De hecho, hasta existen estudios que defienden estas teorías pero, en realidad, son erróneos.
El mito más extendido es que si un grupo de mujeres viven juntas acabarán sincronizando sus reglas. De hecho, hay estudios que avalan esta teoría, como el publicado en la revista científica ‘Human Nature’. Aunque esto es un poco raro, como explica J.M. Mulet, investigador y profesor de Biotecnología de la Universidad Politécnica de Valencia, en su libro ‘¿Qué es la vida saludable?’.
Si esta sincronización se produjese de este modo, esto implicaría que el ciclo estaría sujeto a la influencia de las feromonas, como sucede en algunos animales en los que hay una organización social en la que existe una hembra dominante. Sin embargo, esta feromona emitida por una mujer dominante no se ha encontrado en la especie humana, ni tampoco los receptores que serían necesarios, según explica el investigador español.
La luna tampoco afecta
Otro de los mitos sobre la menstruación que recoge el investigador valenciano en su libro es el relacionado con las fases de la Luna. Es cierto que este satélite tiene una gran importancia a nivel geológico y planetario para nosotros, ya que su posición controla las maneras y estabiliza la rotación de la Tierra. Por ello, es probable que sin ella no existiese la vida en nuestro planeta.
Pero a pesar de su influencia, como la que tiene en las mareas, ¿es posible que el ciclo menstrual dependa de la Luna? En primer lugar, si que te baje la regla dependiese de la luz del satélite, las mujeres que viven en ciudades no gastarían ni un duro en productos de higiene femenina, ya que la luz que llegaría a las urbanitas sería poca por la contaminación lumínica, y si estuviese nublado, pues menos. Por lo tanto, Mulet señala que hay que descartar que sea la luz.
¿Podría ser un efecto de la gravedad? Aunque si que afecta a las mareas, la influencia de la Luna sobre la masa del endometrio es irrelevante si contamos que la mujer tiene los pies sobre la tierra. Esto hace que la atracción de la Tierra, que tiene mucha más masa que la Luna y está mucho más cerca, sea la dominante y haga la influencia de la Luna irrelevante. La mejor prueba de que no influye es que cuando una mujer tiene la regla, esta se dirige hacia el suelo y no sube hacia la Luna, puesto que la única atracción gravitatoria que nos afecta es la de la Tierra.
Y si esta explicación no te ha servido, el biotecnólogo simplemente te recomienda que hagas la prueba. Fíjate en la fecha en que menstruas y en la fase de la Luna durante cinco meses. El mes lunar son 29,53 días y el ciclo menstrual varía (entre 25 y 35 días), en una persona muy regular será de 28 días. Es decir, un día menos. Eso quiere decir que los ciclos lunares y menstruales no van a coincidir, puesto que la regla se irá adelantando día y medio cada mes, por lo que si una mujer tiene su menstruación en Luna llena, en un año la tendrá en nueva.
Fuente consultada: El Confidencial