¿Cómo tratar el reflujo en el embarazo?

por Revista Ginecología y Obstetricia
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Los cambios que se presentan en el cuerpo de la mujer durante el embarazo, muchas veces pueden desencadenar complicaciones, incluidas las complicaciones digestivas. Lo común es que experimenten malestares estomacales y reflujo gástrico, que por lo general requiere un tratamiento especializado para aliviar los síntomas sin perjudicar la salud del bebé.

Generalmente, más allá de los cambios físicos y hormonales, el reflujo es el resultado de malos hábitos alimenticios como comer muy rápido, acostarse en pleno proceso de digestión o alimentarse frecuentemente con productos que aumentan la posibilidad de tener reflujo como las bebidas con cafeína o las grasas.

Alimentos que pueden aliviar el reflujo en el embarazo

En mujeres embarazadas, está limitado el consumo de medicamentos por los efectos que puede tener sobre su salud y la del bebé, de manera que debes evitar la automedicación y optar por otras alternativas naturales:

  • Naranja: En zumo o entera, la naranja ayuda a combatir la acidez estomacal y el reflujo.
  • Manzana: Es un antiácdo natural que puede ayudar a calmar los problemas digestivos, al igual que la pera. El consumo frecunte de manzana puede ayudar a disminuir los síntomas del reflujo y evitar las incomodidades estomacales.
  • Jengibre: Es uno de los remedios caseros más utilizados para este tipo de situaciones. Lo ideal es preparar infusiones en casa a base de jengibre con naranja o limón, prefiriéndolas por aquellas preparadas que se consiguen en supermercados.

Prevén el reflujo en el embarazo

Para iniciar, debes tener en cuenta que hay alimentos de diario consumo que facilitan o contribuyen al reflujo, por ejemplo el chocolate, los alimentos, los fritos, el vinagre, la mostaza, el tomate y los alimentos especiados. Lo ideal es evitar este tipo de productos en la alimentación, o consumirlos muy pocas veces a la semana, especialmente durante el tercer trimestre del embarazo.

Ahora bien, aquí te enumeramos otras prácticas que puedes adoptar para prevenir el reflujo:

  1. Evita comer abundantemente. Aumenta las comidas al día, pero disminuye las porciones. De esta manera evitas que el estómago se llene por completo, pero no pasarás hambre.
  2. Evita recostarte justo después de comer. Lo ideal es cenar horas antes de la hora de dormir para no hacer mala digestión y tener un sueño más reparador.
  3. Tómate tu tiempo para masticar. Al llegar los alimentos más triturados al estomágo, será mucho más fácil para el organismo realizar la digestión.
  4. Usa doble almohada. Una de las causas más comunes del reflujo, justamente es estar totalmente acostada. Elevar más la cabeza durante el reposo nocturno puede favorecer tu experiencia.
  5. Evita la ropa ajustada, especialmente la que ejerce presión en el abdomen.

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