Los abortos espontáneos suceden antes de la vigésima semana del embarazo, y se define como la pérdida no intencionada del feto, de hecho, la mayoría de las causas se relacionan con una deficiencia del desarrollo del bebé.
Desafortunadamente, es una condición frecuente, difícil de evitar, pero de la que sí es posible disminuir las probabilidades de experimentarlo. Cerca del 20% de los embarazos en todo el mundo tienen alto riesgo de malograrse.
En la mayoría de los casos la causa del aborto es desconocida, o está asociada con alguna anomalía cromosómica consecuencia de un óvulo o esperma dañado. Algunos otros factores de riesgo incluyen:
- Hábitos poco saludables
- Exposición a la radiación o ambientes con niveles de toxicidad
- Edad de la madre
- Antecedentes familiares
- Síndrome de Ovario Poliquístico
- Malformaciones del útero
- Presencia de infecciones de transmisión sexual
Si en tus planes está quedar embarazada próximamente, pero padeces alguna de las condiciones mencionadas, consulta con tu médico las recomendaciones necesarias para reducir los riesgos.
Lo que puedes hacer para prevenir el aborto espontáneo
- Realiza ejercicio moderado.
- Evita el consumo de productos cárnicos o embutidos no elaborados.
- Lava bien las frutas y verduras antes de consumirlas.
- Sé muy cuidadosa si tienes mascotas, especialmente gatos.
- Si presentas alguna enfermedad o infección, por pasajera que seas, no te automediques.
- Mantén un peso saludable.
- Acude frecuentemente a los controles prenatales.
- No dudes en acercarte a un centro médico si llegas a presentar fiebre, sangrado vaginal o calambres abdominales.