La psoriasis en mujeres no reduciría la fertilidad pero sí la tasa de embarazo

por Revista Ginecología y Obstetricia
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La psoriasis es una condición común de la piel que acelera el ciclo de vida de las células de la piel. Hace que las células se acumulen rápidamente en la superficie de la piel. Las células de piel adicionales forman escamas y parches rojos que causan comezón y a veces dolor.

El temor de la aparición de un brote ante un cambio de medicación, que el futuro hijo pueda sufrir algún problema vinculado a la enfermedad o el desconocimiento ante cómo se desarrollará la gestación altera, retrasa e incluso elimina el deseo de las mujeres de quedarse embarazadas.

Concretamente, según el estudio ‘Biobadaderm’, realizado por algunos miembros del Grupo de Trabajo de Psoriasis de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) bajo la supervisión de la Unidad de Investigación de la Fundación Piel Sana de la AEDV: la tasa de fertilidad en las mujeres con psoriasis moderada o grave está reducida a más de la mitad en comparación con la población sin esta enfermedad dermatológica. Siendo del 11,7 frente al 38,6 (por 1.000 mujeres), respectivamente.

Psoriasis en mujeres

“Este estudio muestra una realidad que hasta hace poco se sospechaba, pero no se conocía y es que, en los casos graves o moderados de psoriasis, la mujer en edad fértil presenta unos miedos e inquietudes a los que quizás no les estamos prestando suficiente atención”,

señaló Isabel Belinchón, coordinadora del Grupo de Psoriasis de la AEDV y miembro del comité científico y organizador del 5º Congreso de Psoriasis.

Desde el Grupo de Psoriasis de la AEDV se ha detectado la necesidad de consensuar unas recomendaciones. Esto con el objetivo de que los dermatólogos aconsejen a los pacientes con psoriasis en edad fértil tanto en la fase preconcepcional, embarazo, posparto y lactancia.

La psoriasis, como enfermedad, tiene una repercusión escasa en la fertilidad. La reducción de la tasa de fertilidad en este grupo de mujeres se debe más al miedo de que pueda ocurrir algo no esperable que a la enfermedad en sí misma, lo que limita esta faceta de la vida a la mujer con psoriasis“,

agregó Velasco a Redacción Médica.

Estudio ‘Biobadaderm’

Así lo refleja el estudio ‘Biobadaderm’, en el que ha participado González Cantero y cuyos datos han sido publicados en la revista British Journal of Dermatology. “Más allá de la edad y de la duración de la enfermedad, no encontramos ninguna variable relevante asociada con el embarazo […]. Aunque el diseño del estudio no pudo mostrar las causas, hay diferentes factores que podrían influir en esa diferencia en la tasa de fertilidad. La psoriasis podría producir sentimientos de baja autoestima y confianza, así como estigmatización que redunden en la sexualidad”, presentan en el documento.

“En pacientes con psoriasis, los principales factores asociados con una alteración de la sexualidad son la edad, la gravedad de la psoriasis, tener afectados los genitales por la enfermedad, sufrir artritis psoriásica y alteraciones del humor”.

Recomendaciones para los dermatólogos

La detección de esta situación es la que ha motivado la creación de estas recomendaciones. 

“Un resumen de ellas sería que el dermatólogo debe informar a sus pacientes con psoriasis en edad fértil. Decirles que dicha enfermedad no es una contraindicación para el embarazo. Aunque algunos tratamientos que eventualmente pueden recibir sí lo son como metotrexato, PUVA, retinoides, apremilast o fumaratos, que deben ser suspendidos antes de la concepción. De hecho, algunos fármacos tópicos como los retinoides o la antralina deben suspenderse en cuanto se produce el embarazo”,

explica Velasco.

Los dermatólogos señalan que, con la llegada de los nuevos tratamientos biológicos, cada vez hay más opciones seguras para seguir el tratamiento durante todo el embarazo y la lactancia. Estas recomendaciones se distribuyen en dos grandes grupos: más investigación y más educación.

Porque se requieren más estudios específicos en esta población. Porque es fundamental ser más proactivos, no esperar a que las pacientes nos pregunten sobre el tema sino orientarlas desde que llegan a la consulta. También conocer si tienen deseo de quedarse embarazadas, ver su grado de conocimiento al respecto y orientarlas para que conozcan las opciones terapéuticas que existen y los riesgos en cada caso, si los hubiera”,

apunta González Cantero.

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