Las mujeres embarazadas deben ser inducidas más temprano para reducir las muertes de bebés, según un nuevo estudio, ya que los investigadores piden el fin del enfoque de “esperar y ver”. El estudio fue realizado en conjunto con hospitales y académicos de toda Suecia. Este concluyó que no se debe ofrecer a las mujeres embarazadas la inducción después de las 41 semanas.
Durante el curso del ensayo participaron casi 3.000 mujeres entre 2016 y 2018. En este periodo seis bebés murieron después de que se indujera el parto en la semana 42 de embarazo o más tarde. En el caso de los inducidos a las 41 semanas, no hubo muertes de los bebés.
La investigación, publicada en el British Medical Journal, estimó que, por cada 230 mujeres inducidas a las 41 semanas, se evitaría la muerte de un bebé, informó The Telegraph.
Trabajo de parto más seguro
El Dr. Kasia Maksym, del Instituto EGA de UCL para la Salud de la Mujer, dijo: “Esta es una pieza de investigación muy importante. Sin embargo, se detuvo por la razón, la misma razón por la que este estudio fue diseñado: para responder a la pregunta qué manejo es el más seguro en un embarazo prolongado“.
“El resultado no es inesperado. El mensaje es claro: hay una intervención que puede reducir el riesgo de mortalidad perinatal en el embarazo prolongado, sin riesgo adicional para la madre y el bebé”,
agregó el Dr. Maksym.
El estudio fue cancelado abruptamente después de que seis bebés murieron durante el período del ensayo. Esto ocurrió después de que los investigadores concluyeran que “no habría sido éticamente correcto proceder“.
“Este estudio se suma al creciente cúmulo de pruebas de que la inducción del trabajo de parto, en el momento de la gestación a término o después de ésta, es más segura para los bebés, sin que aumente el número de cesáreas u otras complicaciones para las madres”,
agregó la Dra. Sarah Stock, del Centro de Salud Reproductiva de la Universidad de Edimburgo.
“Este estudio sueco, cuidadosamente realizado, sugiere que ofrecer a las mujeres embarazadas la inducción del parto a las 41 semanas de gestación. En lugar de esperar hasta las 42 semanas de gestación, podría reducir las muertes de bebés“, concluyó la experta.