Todo lo que necesitas saber sobre los quistes ováricos

por Revista Ginecología y Obstetricia
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Por: Dr José L Ortiz Colón 
Minimally Invasive Gyn Surgeon
Manatí Medical Center Suite 206 Manatí PR 00674 
(787) 854-3249 (787) 854-2613

Los quistes en los ovarios son una condición muy común que vemos a diario en nuestra práctica médica. Sabemos que estos quistes consisten en una colección de fluidos ubicados en una cápsula de tejido muy fino dentro del ovario.

En una mujer a partir de la pubertad, los ovarios comienzan un proceso mensual de formación de quistes ovulatorios hasta alcanzar un tamaño entre 3 y 4 centímetros antes de romper espontáneamente. Este es el proceso conocido como ovulación. 

También sabemos que, al momento del nacimiento una femenina, esta normalmente tiene aproximadamente 400 mil folículos en sus ovarios que en potencia serán ovulados a razón de uno por mes durante los próximos cuarenta años.

La gran mayoría de estos quistes ováricos son benignos y no conllevan riesgo alguno de convertirse en tumores malignos. Dependiendo del tamaño antes de romper y luego de este proceso de ruptura, algunas pacientes experimentan sangrado anormal vaginal y dolor pélvico. 

Síntomas de quistes ováricos

Algunos de los síntomas tempranos más comunes del quiste de ovario son: 

  • Inflamación y sensación de llenura en el vientre 
  • Dolor pélvico con los movimientos intestinales, durante la relación sexual y/o en la parte baja de la espalda y muslos 
  • Náuseas y vómitos 
  • Dolor en las piernas 
  • Trastorno del ciclo menstrual con atraso o ausencia de menstruación 

Tipos de quistes

Cuando el ovario forma un quiste ovulatorio previo a la ovulación, se le conoce como quiste folicular. Luego de la ovulación, este quiste se transforma y se transforma en quiste cuerpo lúteo. Ambos son condiciones benignas que no requieren mayor tratamiento que hidratación y analgésicos si el dolor es muy fuerte. Otros tipos de quiste de ovario incluyen: 

  • Quiste dermoide: tumor benigno de ovario que crece con una pared gruesa y que, además de líquido, puede tener, grasa, pelo, dientes, huesos y otros tejidos del cuerpo. Esta condición tiene explicación de índole genética y es más común de lo que pensamos. Estas pacientes deben ser intervenidas quirúrgicamente y removido su quiste, sin tener que remover el ovario en la mayoría de los casos. 
  • Cistoadenoma de ovario: es un crecimiento no canceroso en la superficie del ovario; pueden ser muy grandes y también requiere intervención quirúrgica. 
  • Endometrioma: consiste en un crecimiento de tejido que normalmente crece dentro del útero, fuera de la cavidad uterina que forma una colección de sangre y finalmente un quiste. 

En algunas ocasiones, si el tamaño de un quiste de ovario excede los 5-6 centímetros, el: paciente experimentará dolor fuerte. Una complicación real es la torsión del ovario como consecuencia del tamaño de ese quiste. Esta torsión interrumpe la circulación de sangre al ovario causando dolor fuerte; si es intermitente, el dolor aparece y desaparece, pero si la torsión persiste, el dolor se hace continuo y el ovario puede perder toda circulación de sangre hasta el punto de dañar el tejido ovárico y pérdida del ovario. 

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El diagnóstico es realizado por un ginecólogo en un examen pélvico mediante palpación del útero y los ovarios. Asimismo, se confirma su impresión clínica con sonografía pélvica o endovaginal. 

El ultrasonido es el estudio de imágenes por excelencia para evaluar el útero y ovarios. Otras modalidades como CT Scan o MRI también son usados para evaluación y diagnóstico. Debido a que la mayoría de estos quistes ováricos desaparecen solos en pocas semanas, el médico generalmente recomienda analgésicos y el seguimiento de cerca con sonografía pélvica con el fin de monitorizar crecimiento y síntomas del paciente. 

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No tenemos forma de prevenir la formación de quistes ováricos. La visita regular anual con su ginecólogo es una forma simple de monitorizar sus órganos reproductivos y detectar problemas de forma temprana. Los quistes benignos (de ovulación) no se van a convertir en cáncer. Sin embargo, en pacientes maduras, la posibilidad de transformación en tumor maligno podría ser real. Las pacientes cercanas a la menopausia o con menopausia que experimentan quistes en los ovarios son las más propensas a desarrollar tumores malignos de ovario. 

Los síntomas son muy similares a los de quistes benignos: 

  •  Dolor pélvico 
  • Sangrado anormal 
  • Sensación de llenura en el vientre 
  • Pérdida de peso 
  • Pérdida de apetito 
  • Aumento en el tamaño del vientre 

Tratamiento

Si al cabo de un tiempo razonable no tenemos mejoría, entonces consideramos alternativas de tratamiento como: 

  • Anticonceptivos orales: este tratamiento pretende suprimir la ovulación y, por tanto, prevenir crecimiento de quistes nuevos. 
  • Cirugía laparoscópica: consiste en una pequeña incisión cerca del ombligo y otras dos o tres incisiones en otras áreas del abdomen. Se insertan instrumentos largos a través de una cámara y un monitor con los cuales se remueven los quistes. 
  • Laparotomía: cirugía tradicional abierta donde se remueven quistes, ovarios y otras estructuras que sean necesarias. 

Insistimos en la visita anual a su ginecólogo para evaluar sus órganos reproductivos. Esto ayudará a una mejor salud física y sexual, así como la detección temprana de problemas pélvicos.

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