No existe un consenso que defina en sí el sufrimiento fetal, sin embargo es conocido como el principal conjunto de secuelas de la hipoxia (disminución del aporte de oxígeno en la sangre), responsable de diferentes lesiones fetales neurológicas o fallas orgánicas multisistémicas de gravedad.
Durante la labor de parto, se tiene un control monitorizado de la frecuencia cardíaca del feto y de la madre con el fin de prevenir cualquier complicación al inicio, después de cada contracción uterina y al finalizar el trabajo de parto.
Causas
Las causas del sufrimiento fetal, como mencionaba anteriormente, están relacionadas con la interrupción del aporte de oxígeno y nutrientes al feto. Pueden presentarse de manera única o múltiple y pueden manifestarse progresivamente o de repente.
La etiología divide las causas en cuatro tipos:
Maternas
Si hay presencia de hipotensión, hipovolemia, enfermedad vascular y vasocontricción de arterias uterinas.
Placentarias
Aumento del tono y tensión muscular del suelo pélvico.
Fetales
Padecimiento de anemia y arritmias
Funiculares
Compresión, descenso uterino y vasoconstricción de venas o arterias.
Dependiendo de la gravedad del caso, los médicos decidirán el procedimiento a seguir para proteger la salud y la vida del bebé. Existen dos tipos de sufrimiento fetal: agudo y crónico.
El sufrimiento fetal agudo se consiera como una urgenia médica, puesto que se presenta de forma repentina durante el parto. Para estos casos, el nacimiento debe ser considerado como una urgencia ya sea por vía vaginal o por cesárea bajo constante vigilancia médica.
Por otro lado, el sufrimiento fetal crónico se produce de forma gradual a lo largo del embarazo. No es considerado una urgencia, ya que el feto se adapta a las condiciones en las que se encuentra mientras se corrige la situación que está ocasionando.
Tratamiento
Una vez es detectado el sufrimieto fetal, se realiza un cambio de la posición materna, se brinda la oxigenación adecuada a la madre y se inhiben las contracciones durante el parto.
Es importante emplear los métodos diagnósticos con criterio racional, utilizando en primera instancia los métodos clínicos.
El test de Apgar, realizado a todos los neonatos como primera valoración, nos permitirá conocer la gravedad del sufrimiento fetal. Se realiza, también, la prueba del ph del cordón umbilical que arroja un resultado más objetivo al medir la acidez de la sangre.
Afortunadamente, las nuevas tecnologías reducen el riesgo de presentar casos graves de sufrimiento fetal. De ser así, ten en cuenta que las consecuencias pueden manifestarse de inmediato o en los primeros años de vida.
Vía: Revista Pediatría y Familia