Patologías que pueden afectar el embarazo

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Algunas enfermedades son particularmente peligrosas durante el embarazo, por esta razón es importante tenerlas en cuenta, tanto para prevenirlas como para tratarlas y evitar con ello sus efectos negativos:

Rubéola

Es una enfermedad muy contagiosa que se manifiesta, con fiebre, tos, conjuntivitis, dolor de cabeza, inflamación de los ganglios del cuello y erupción que comienza en la cara y se extiende hacia abajo.

Habitualmente, no presenta riesgos ni complicaciones en la población general, pero si una mujer que no posee anticuerpos (ya que no está vacunada o no tuvo la enfermedad) contrae rubéola en el primer trimestre de embarazo, puede afectar severamente al bebé.

En caso de contraer la enfermedad, se puede realizar un tratamiento con inmunoglobulinas para reducir los riesgos en el bebé. Después del parto, la mujer se deberá vacunar para sus próximos embarazos. Las mujeres que han sido vacunadas no deben quedar embarazadas hasta 3 meses después de aplicada la vacuna.

Infecciones urinarias

Las infecciones del sistema urinario (riñones, vejiga, uréteres y ureta), frecuentes entre las mujeres, son causadas por bacterias y pueden ocurrir independientemente del contacto sexual. Sus síntomas son picazón y necesidad frecuente de orinar, fiebre y dolor en el bajo vientre. Se tratan con antibióticos y otros medicamentos ya que pueden complicar el embarazo. 

Hipertensión arterial

Durante el embarazo, la presión arterial por encima de la normal puede causar problemas. Sin embargo, se la puede detectar precozmente ya que en cada control prenatal se debe medir la presión arterial. Los síntomas posibles son dolor de cabeza o pies hinchados, situaciones que se deben informar inmediatamente al obstetra, pues pueden ser muy riesgosas para la madre y el niño. 

Cuello del útero incompetente

El diagnóstico de incompetencia ístmico-cervical se realiza por el antecedente de que la embarazada ha perdido un embarazo al cuarto o quinto mes, en forma repentina sin estar precedido de contracciones. También durante el embarazo, es posible sospechar un cuello incompetente a través de la ecografía.

Enfermedades de transmisión sexual

Una mujer infectada puede transmitir la enfermedad a su bebé. Además, la infección puede causar trastornos en el desarrollo del feto y aumenta el riesgo de aborto espontáneo.  Algunas de ellas son: HPV, Sífilis, Herpes genital, Sida, Clamydia, Hepatitis B.

Estreptococo grupo B

Entre el 10 y el 30% de las mujeres embarazadas presentan la bacteria del EGB en la vagina o el recto, pero son muy pocos los bebés nacidos de estas mujeres que llegan a padecer una infección. Para prevenir la mayoría de los casos de infecciones tempranas de EGB en neonatos, se puede realizar una prueba diagnóstica que consiste en un cultivo vaginal y anal. Si se detecta, se procederá al tratamiento de aquellas embarazadas infectadas o con riesgo de infectarse, a través de antibióticos endovenosos durante el trabajo de parto.

Toxemia o preeclampsia

La preeclampsia, gestosis gravídica o toxemia, es un cuadro grave de causa no bien definida que se presenta después de la semana 20, y que se caracteriza por hipertensión arterial materna, a la que se agregan alteraciones de la función renal, edemas y aparición de proteínas en la orina.

Es más frecuente en los extremos de la vida reproductiva, o sea, debajo de los 20 y más allá de los 35 años de edad. También se presenta con mayor incidencia en las mujeres obesas, aunque esto no es una condición indispensable. Los síntomas de esta enfermedad son hinchazón de pies, manos y cara, dolor de  cabeza, visión borrosa, mareos, aumento repentino de peso y presión alta. Por lo general, se detecta en los controles prenatales, por lo cual es muy importante no saltearlos.

En casos muy severos en que se agregan convulsiones, se denomina “eclampsia”. Este cuadro pone en riesgo la vida de la madre y del bebé; por lo tanto, es imprescindible acudir de inmediato al médico en el caso de que se presenten algunos de los síntomas mencionados. Este cuadro puede evitarse a través de un estricto control prenatal y del tratamiento adecuado de la preeclampsia.

Toxoplasmosis

Es una enfermedad que no siempre advierte la mujer. Cuando se contagia durante el embarazo afecta al feto y aunque es poco frecuente reviste gravedad.

Se contagia a partir de las heces de los gatos o la carne de cerdo o cordero infectado. Los casos más graves se manifiestan a través de fiebre, dolor de garganta y erupciones, hasta problemas serios en las meninges, según dónde se localiza el parásito (toxoplasma).

Sí se localiza en el útero, aumenta el riesgo de aborto y de parto prematuro. La forma de prevenirla es evitando el contacto con heces de gato y evitar comer carne de cerdo o cordero que no esté bien cocida. La mayoría de los habitantes de las zonas urbanas desarrollan naturalmente defensas contra esta enfermedad. No obstante, puede detectarse con un análisis de sangre al comienzo del la gestación.

Otras enfermedades que pueden afectar el embarazo

Varicela
Placenta previa
Diabetes gestacional

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