Para las mujeres embarazadas la perdida de sangre, especialmente, en el primer trimestre es motivo de preocupación. Estos sangrados pueden ser provocados por un problema menor o ser síntomas de que algo no va bien.
Por lo general, las causas más comunes de hemorragia son los hematomas intrauterinos en el embarazo, también conocidos como interdeciduotrofoblásticos. Suelen aparecer al producirse pequeños lagos de sangre en el interior de la cavidad endometrial, entre la capa más superficial del útero y el tejido propio de la gestación.
La causa de estas hemorragias son desconocidas y se presentan con mayor frecuencia en las primeras etapas del embarazo; suelen estar acompañadas de dolor abdominal y el sangrado puede ser variable, incluso, puede no presentar sangrado.
Es importante recalcar que los hematomas intrauterinos no provocan la pérdida del bebé, en especial, cuando se observa latido cardíaco. Se debe hacer reposo para que los hematomas se reabsorban y desaparezcan espontáneamente, sin embargo, si el hematoma es muy grande tardará un poco más en desaparecer y el sangrado será más largo.
¿Qué pasa si tengo un hematoma intrauterino en el embarazo?
Los hematomas tienen forma de cuña o de medialuna y se ubica entre el tejido coriónico -de la placenta- y la pared uterina.
Si presentas una hemorragia, el ginecólogo realiza una ecografía para valorar el estado del feto y corroborar si la causa es un hematoma uterino. Pero, por otro lado, si no presentas sangrado, el hematoma se detecta en la ecografía de control.
El pronóstico de dicho hematoma se valorará teniendo en cuanta dos elementos principales: la ubicación y el tamaño. Es decir, que un hematoma pequeño o moderado sin compañía de otros síntomas tiene un buen pronóstico y no suele ser una amenaza.
Sin embargo, si se produce un sangrado abundante con dolor abdominal, el médico valorará la amenaza de aborto e indicará el tratamiento más adecuado, siendo el reposo la mejor herramienta para evitar que el hematoma siga creciendo.
Para finalizar, cuando hay un hematoma se considera un embarazo de alto riesgo, donde el especialista realizará una serie de controles intensivos para valorar la evolución del mismo.
A medida que el embarazo va avanzando la circulación se normaliza y la mayoría de los hematomas desaparecen gradualmente.
Fuente consultada: Bebé y más