Cada vez es más común ver a algunas mujeres que han dado a luz recientemente utilizando fajas posparto tratando de esconder los abultamientos en el vientre. Y es que durante el embarazo, los músculos del abdomen han tenido cambios drásticos durante 9 meses, por lo que es normal que tome tiempo regresar a la posición anterior a la gestación.
El uso de este tipo de producto ha supuesto un debate entre los profesionales de la salud, pues se ha puesto en la balanza los beneficios y los riesgos que puede significar para la salud de la madre.
Ventajas de la faja posparto
- Brindan mayor seguridad, comodidad y estabilidad dándote la oportunidad de hacer algunos movimientos que podrían resultar dolorosos o incómodos si se realizan sin ella puesta.
- Sirve como refuerzo a la zona lumbar y puede ayudar a reducir los dolores. Corrige la postura y da estabilidad.
- Favorece una mejor figura estética bajo la ropa.
- Evita la separación de la musculatura abdominal, conocida como diástasis.
Desventajas de la faja posparto
- Favorece la debilidad muscular, ya que los músculos del abdomen se pueden acostumbrar a no trabajar por sí mismo.
- Puede tener influencia negativo sobre el correcto flujo sanguíneo.
- La faja por sí sola no regresa la forma del cuerpo a como estaba antes del embarazo, requiere que se le acompañe de ejercicio y actividad física.
- Puede provocar incontinencia, prolapsos genitales o hemorroides al no favorecer la recuperación fisiológica.
- No hay estudios certeros que demuestren la efectividad de estas prendas.
Básicamente el uso de este tipo de productos estéticos es una decisión personal que se debe tomar bajo el asesoramiento médico. Lo más importante es que puedas fortalecer el suelo pélvico en primera instancia, y más adelante empezar a tonificar todo el área abdominal con ejercicios como los de Kegel o abdominales hipopresivos.
Ten en cuenta la talla de la faja, ya que una muy pequeña comprime excesivamente y restringe los movimientos. Algunos especialistas se atreven a recomendar la recuperación natural del cuerpo a través del ejercicio y la buena alimentación antes, durante y después del embarazo.