La gastritis es una afección causada, generalmente, por la inflamación o irritación de la capa interna del estómago. Se presenta con mucha frecuencia en mujeres embarazadas, ya que los músculos estomacales se relajan y el feto, a medida que crece, ejerce presión sobre el estómago.
Durante el embarazo, los síntomas suelen parecer más intensos. Esto se debe a que el sistema digestivo es mucho más sensible en esta etapa de vida, además de que hay una predisposición a tener náuseas y vómitos.
Reconoce los síntomas
La inflamación de la mucosa gástrica (el revestimiento del estómago), puede provocar
- Dolor en la parte superior del abdomen
- Náuseas
- Vómitos
- Ardor estomacal
- Mala digestión
- Acidez
- Hipo
- Ausencia de apetito
- Mal aliento.
Algunas veces, puede haber sangre en el vómito, dolor de cabeza y fiebre, aunque no son casos muy comunes.
Con frecuencia, esta afección está relacionada con la presión que ejerce el bebé contra el estómago, el consumo de alimentos picantes, algunas infecciones estomacales y el consumo en exceso de bebidas alcohólicas.
El tratamiento
Depende netamente de la causa que haya provocado la inflamación, pero generalmente el tratamiento consta de:
- Antiácidos: medicamentos que ayudan a reducir la acidez en el estómago.
- Dieta líquida: pueden ser infusiones y zumos de fruta.
- Hidratación: es recomendable, principalmente para prevenir la deshidratación que podría afectar al bebé, y para contribuir a la eliminación de gérmenes.
- Incorpora lentamente los alimentos sólidos: se recomienda que incorpores el yogur, algunas frutas como la manzana, pollo a la plancha progresivamente, para de esta manera regresar poco a poco al diente normal.
Prevén la gastritis en el embarazo
- Está de más recordar que está prohibido el consumo de alcohol en el embarazo, de manera que no debería ser una causa que desencadene la gastritis.
- Evita las bebidas con cafeína, los alimentos que contengan grasa en exceso o que sean picantes.
- Aumenta la porción de frutas, verduras y cereales en tu dieta normal.