El ácido fólico es una vitamina del complejo B9 y resulta indispensable cuando se desea tener un bebé, ya que ayuda a prevenir los defectos del tubo neural, disminuyendo la posibilidad de que el bebé presente problemas tanto en la médula espinal como en el cerebro.
Especialistas recalcan la importancia de consumirlo durante los tres primeros meses de embarazo, incluso si la mujer puede planear su embarazo, antes de que este sea sorpresivo, resulta aún más favorecedor iniciar la toma de este complemento vitamínico, desde unos meses antes de la concepción, pues las alteraciones neuronales suelen presentarse durante las primeras 4 y 6 semanas de embarazo y en muchos casos, es este el momento en el que algunas mujeres descubren que serán mamás.
El tubo neural, es la parte del cuerpo del bebé, a partir de la cual se forma la médula espinal y el cerebro, y comúnmente su desarrollo se hace en el primer mes de embarazo, por lo que, lo ideal sería que la embarazada goce de una buena cantidad de ácido fólico en su cuerpo, priorizando y dando importancia a sus tomas.
La toma de esta vitamina también puede evitar ciertas complicaciones como labio leporino, paladar hendido, problemas cardíacos e incluso, retrasos en el lenguaje del bebé.
Algunos alimentos como verduras de hojas verdes, cacahuetes, legumbres, naranjas o hígado de ternera, entre otros, pueden aportar acido, sin embargo, no alcanzan a cumplir con las dosis que los expertos recomiendan, por lo que las tomas de las pastillas que indica el médico en el control prenatal deben cumplirse de acuerdo a sus indicaciones tanto en horas de las tomas como en dosis.
Si planeas tener un embarazo pronto, consulta con tu médico e inicia cuanto antes la toma para favorecer la salud de tu bebé.